El papa Francisco cambió su auto. En Washington DC, el Obispado de la capital de los Estados Unidos lo esperó con un modelo para sentirse "como en casa". La marca italiana Fiat puso a su disposición el nuevo 500 L Trekking, uno de los modelos más dinámicos y versátiles.
Con patente SCV 1 (Status Civitatis Vaticanae 1), el Sumo Pontífice abandonó la Base Militar Andrews a bordo de este vehículo, que en el mercado norteamericano se consigue por poco más de 21 mil dólares, más impuestos.
De color negro impoluto, el automóvil elegido por el Vaticano viene en ocho tonalidades y tres opciones de techo, molduras decorativas, manijas y punta de escape cromadas y ruedas de aleación de aluminio, detalles en los cuales el Pontífice no se detendrá, seguramente. En materia de seguridad, el Fiat 500 L cuenta con siete bolsas de aire y bastidor de seguridad de acero.
Con motor de 1,4 litros, alcanza una potencia de 160 caballos de fuerza con una "máxima eficiencia y rápida aceleración", según consta en el sitio oficial de la marca en Estados Unidos. Tiene una potencia máxima de 95 Cv (70 kw) / 6.000 r.p.m. Y una caja de cambio con seis velocidades, focos antiniebla y llantas de aluminio.
Sin embargo, no es la primera vez que el papa Francisco elige un auto popular de la marca italiana para cubrir sus trayectos durante sus giras. En su visita a Río de Janeiro en julio de 2013, el vehículo que lo trasladó por la ciudad fue un Fiat Idea, de un precio similar aunque con menos detalles de lujo.