La automotriz alemana tenía previsto para este lunes un evento de lanzamiento de su modelo Passat 2016, pero la fiesta se convirtió en uno de los momentos más dolorosos para la compañía.
Su presidente en los Estados Unidos, Michael Horn, debió reconocer en el acto que Volkswagen "destrozó la confianza" de sus clientes y del público al incluir en sus vehículos unos detectores para falsear datos de emisiones contaminantes.
"Seamos claros sobre esto. Nuestra compañía fue deshonesta"
"Seamos claros sobre esto. Nuestra compañía fue deshonesta (...) En mis palabras alemanas... la hemos cagado por completo", sentenció Horn ante una multitud de medios que esperaba una autocrítica, pero que no se imaginaban que sería tan gráfica.
El ejecutivo agregó la promesa de reparar los daños causados a costa de dinero y de modificar la mecánica de los vehículos involucrados: "Debemos arreglar esos automóviles e impedir que esto vuelva a ocurrir. Y debemos hacerlo bien", prometió Horn.
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