Historias de vida: Unir realidades y promover valores con creatividad

Desafiando el prejuicio que identifica al mundo de la moda con la frivolidad, Ana transforma su taller de diseño para niñas en un espacio para sembrar el espíritu solidario y enseñar la importancia de compartir

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Encontrar algún punto de unión entre el Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutierrez y el Museo Nacional de Arte Decorativo podría ser difícil. Lo que sucede cotidianamente dentro de estos lugares pareciera no tener ningún tipo de relación.

Ana Hechtlinger, Anita según ella misma se presenta, se convirtió en puente que une estas realidades tan distintas.

Ella es diseñadora de indumentaria, emprendedora, artista y docente. También forma parte del equipo de voluntarias del Hospital Gutiérrez. Todos los jueves, desde el momento en que cruza la puerta de la calle Gallo 1330 y se pone el delantal celeste bordado con la letra "V" -voluntaria- , se dedica a acompañar a los chicos internados y sus familias; a cuidarlos si sus mamás no tienen con quién dejarlos y necesitan hacer algún trámite (muchos viven lejos, llegan derivados del interior, y a veces pasan meses en esa situación) o para ir a ver a sus otros hijos que están al cuidado de familiares; a clasificar las donaciones que reciben; a contener y orientar a las familias.

Ella colabora, como las más de 100 voluntarias que dedican su amor y tiempo sin ninguna remuneración, en lo que sea necesario.

Pensó que había encontrado la forma de canalizar y concretar sus ganas de ayudar. Para su sorpresa, descubrió que recibía más de lo que daba: por un lado, el cariño de parte de sus compañeras de delantal celeste, y por otro, el "gracias", un simple gesto o una mirada -en el caso que no puedan hablar- de los chicos internados.

Se preguntó si quizás había algo más que podía hacer. Fue así que, sin buscarlo, logró unir esas dos realidades lejanas.

Como parte de su trabajo, Ana lleva adelante un taller de iniciación al diseño y costura para nenas de 6 a 12 años, en el Museo Nacional de Arte Decorativo (también en el Museo Enrique Larreta) llamado "Pequeñas Diseñadoras". En una de las clases, sintió que podía contarles a esas nenas que hay otros chicos que pasan por situaciones distintas y complicadas. Y les propuso una manera de ayudar. Así surgió el proyecto "amigo pata": partiendo de un par de medias, las niñas crean originales y alegres muñecos, decorados con creatividad y mucho color.

En el proceso aprenden lo referido a las técnicas de costura, el valor de lo hecho a mano, y por sobretodo, la importancia de dar y compartir.

El par de medias transformado ahora en dos muñecos terminará separado: uno se quedará con la autora y el otro será para alguno de los chicos del Hospital de Niños. Ana será la encargada de llevarlos y después contarles a sus alumnas el destino de cada una de sus creaciones.

Los "amigos pata" no tienen la obligación de mejorar la atención en salud, ni la infraestructura sanitaria, ni resolver los problemas que puedan tener los chicos y sus familias una vez que logren el alta. Sin embargo, junto a Ana, pueden logran modificar en alguna medida, esas dos realidades lejanas.

Generar una sonrisa en un chico internado que atraviesa un momento complejo. Y dejar una semilla de solidaridad en las pequeñas "diseñadoras" que con el tiempo pueda crecer... para seguir transformando realidades.

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