es un gran generador de problemas. Y también un provocador. Pero en su última aparición en
,
, debió poner un freno al ataque racial que un miembro del público hizo contra el presidente norteamericano
. Sin embargo, lejos de hacerlo, apoyó la desmesura.
El excéntrico magnate del real estate le dio la palabra al hombre: "A ver... este hombre. Me gusta este hombre". Las cámaras nunca lo muestran, pero se escucha su voz que altiva que comenta un mito sobre la vida de Obama como si fuera cierto. El precandidato republicano no sólo no lo corrije, sino que asiente: "Correcto".
"Nosotros tenemos un problema en este país. Se llaman musulmanes", dijo el hombre de Rochester. Y añadió: "Sabemos que nuestro actual presidente es uno de ellos". Trump asiente: "Correcto". Envalentonado por el empuje que le dio el empresario de Nueva York, continúa sus ataques xenófobos: "Tú sabes que ni siquiera es norteamericano". Trump se muestra eufórico.
Lejos de disculparse, Trump emitió un comunicado por la noche defendiendo su accionar: "El mayor problema es que Obama está librando una guerra contra los cristianos en este país. Los cristianos necesitan apoyo en este país", manifestó.
Hillary Clinton fue una de las primeras en reaccionar contra el intercambio de palabras entre el hombre de Rochester y Trump: "Que Donald Trump no denuncie las falsas declaraciones sobre el Presidente, y la retórica de odio contra los musulmanes es inquietante y está mal".
The New York Times, uno de los diarios que primero se hizo eco del desafortunado hecho, recordó que durante la campaña de 2008 el conservador John McCain atravesó una situación similar, pero con una respuesta diferente por parte del candidato republicano. "Escuché acerca de él que es árabe", le dijo una mujer. La réplica de McCain fue inmediata y tajante: "Es un ciudadano de familia decente con el cual sólo tengo desacuerdos", dijo en ese momento rechazando el enunciado con su cabeza.