"Estuvimos seis días sin comer, a base de agua". Así resumió Carlos Alberto García, uno de los 12 cubanos que arribaron a Miami el martes 15 de septiembre, los dramáticos seis días que debieron navegar prácticamente sin recursos para escapar del régimen castrista.
"Llegamos gracias a Dios", coincidieron García y Eduardo Mas Subita, otro de los disidentes, en diálogo con Diario Las Américas.
El grupo de cubanos que llegó a las costas de Miami estaba conformado por once hombres y una mujer, quienes al arribar a la playa del estado de Florida se comunicaron por teléfono con sus familiares en Cuba.
"Teníamos fe de que podíamos llegar a pesar de las circunstancias de abandono", aseguró García, quien relató con detalles cómo fue la arriesgada travesía para llegar a tierras norteamericanas.
"No teníamos GPS, la marea estaba mala y no teníamos comida", relató. Y prosiguió: "Teníamos poca agua, poca comida, no sabíamos qué hacer. Estábamos cansados".
El joven cubano contó que en el primer tramo el tiempo fue bastante desfavorable, pero luego se recompuso y permitió a la precaria balsa llegar a destino.
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"La marea era de por lo menos diez metros, nunca había visto esa marea en mi vida", recordó García, quien señaló que además tuvieron que enfrentar vientos desde 30 hasta 60 kilómetros por hora.
Pero de un momento a otro, después de haber sorteado múltiples obstáculos, casi sin darse cuenta se encontraban a metros del objetivo. "Cuando amanecimos estábamos al lado de la playa de Miami", reconoció Mas Subita.