A fines de agosto las autoridades de Perú informaron a ASO, la empresa organizadora de la competencia, que por los efectos del fenómeno El Niño no podrían ser parte del Dakar 2016, que comenzaría en ese país.
Los expertos prevén que el hecho climático provoque fuertes estragos en la zona costera del país y que tenga condiciones similares a las que hubo entre 1997 y 1998, que generaron pérdidas superiores a los 3.000 millones de dólares.
Esto alteró los planes de la competencia, que ya había sufrida la baja de Chile como miembro debido al temporal que afectó al norte del país en marzo y el Gobierno decidió destinar los fondos a la reconstrucción de esa zona.
Este martes estaba estipulado que se presente el nuevo recorrido del Dakar 2016, con tres etapas en Bolivia y el final en Rosario, pero hasta el momento no se presentaron planes para poder definir el recorrido.
La alteración del esquema inicial, con salida en Lima y llegada en el Monumento de la Bandera, obligó a una reestructuración presupuestaria que podría poner en riesgo la realización de la competencia, que se corre en Sudamérica desde 2009.
Uno de los planes alternativos era que la largada se realizara en Buenos Aires aunque esto no fue oficializado y la falta de presupuesto podría poner en riesgo la competencia que va por su edición número 37.
Desde sectores cercanos a la organización de la carrera en Argentina deslizaron a Infobae que es complicado reunir los fondos para hacer frente a los costos que exige la empresa ASO y así poder garantizar la largada.
El país iba a albergar seis etapas que debía sumar, además de la finalización de la competencia, otros especiales, que fueron suspendidos ante la salida de Perú. El Rally Dakar tuvo su debut en 1979 cuando se disputaba entre París, Francia, y Dakar, Senegal, luego fue modificando sus recorridos hasta que en 2008 debió dejar África por las amenazas de Al Qaeda.