Vladimir Putin defendió el martes su estrategia de apoyo al régimen del presidente sirio Bashar al Aasad en respuesta a las acusaciones de Washington respecto a un reciente despliegue de material militar y de soldados rusos en el norte de Siria.
Además, el mandatario consideró que la mayoría de los migrantes sirios que intentan llegar a Europa huyen de grupos "radicales", principalmente del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), y no de los bombardeos del ejército sirio, y dijo que si Rusia dejaba de dar su apoyo a Assad, el flujo de refugiados todavía sería más importante.
"Si Rusia no apoyara a Siria, la situación en ese país sería todavía peor que en Libia, y el flujo de refugiados sería todavía más importante", afirmó Putin en el marco de una cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSCE), que reagrupa a varias ex repúblicas soviéticas en Dusambé, Tayikistán.
"Nosotros apoyamos al gobierno sirio en su lucha contra la agresión terrorista"
"Nosotros apoyamos al gobierno sirio en su lucha contra la agresión terrorista, se lo habíamos propuesto y continuaremos ofreciéndole una ayuda militar técnica", declaró Putin, refiriéndose a los contratos de entrega de armamento firmados con Damasco, que tiene en Rusia uno de sus principales aliados.
De acuerdo con la agencia Ria Novosti, el jefe de Estado hizo alusión a su vez al desarrollo del grupo yihadista y a las amenazas que lanzaron en el último tiempo: "Los terroristas declaran abiertamente que tienen planes para La Meca, Medina, Jerusalén, así como planes de expansión a Europa, Rusia y Asia central y suroriental".
"Es obvio que sin la participación activa del Gobierno sirio y su Ejército es imposible acabar con los terroristas en el país y la región entera, o proteger de la exterminación, esclavización y barbarie al multiétnico y multiconfesional pueblo sirio", ha afirmado Putin.
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Desde hace varios días, Washington acusa a Rusia de reforzar su presencia militar en Siria, particularmente en Latakia, uno de los feudos del régimen.
De acuerdo con declaraciones previas del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, expertos militares rusos trabajan actualmente en Siria enseñando al ejército local a utilizar las armas de fabricación nacional.
Serguei afirmó también que los aviones rusos con destino a Siria, que provocaron recelo en los Estados Unidos y Bulgaria, no sólo transportaban ayuda humanitaria, sino también equipos militares.
Sin embargo, en la misma alocución, el funcionario aclaró que "Rusia no está tomando actualmente ninguna medida suplementaria" para reforzar su presencia, en respuesta a las acusaciones de Washington.
La crisis en Siria se remonta a los primeros meses del 2011, cuando en paralelo a las llamadas revueltas de la Primavera Árabe se desató una guerra civil que enfrentó a varios grupos rebeldes con el gobierno de Bashar al Assad.
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