Las celebraciones del plantel de Boca por el triunfo en el Superclásico por segunda vez en el campeonato de 30 equipos se desarrollaron durante un buen rato. Los protagonistas se unieron en un abrazo del alma en el círculo central del Monumental para cargar al rival de toda la vida, continuaron exteriorizando su satisfacción en la intimidad de los vestuarios y todo continuó en el regreso a la concentración.
Un grupo exultante de simpatizantes esperaba a los protagonistas tras la misión cumplida en Núñez y metió un contundente contragolpe hacia River, que popularizó un tema en las tribunas después de la serie de la Copa Libertadores, acusando a sus adversarios de arrojar gas pimienta y abandonar. En esta ocasión, felices por extender la paternidad en el historial general, los fanáticos "xeneizes" rodearon a los jugadores y se despacharon con un "Boca lo ganó en la cancha y no en los escritorios de la Conmebol".