En el marco de la investigación a la FIFA por corrupción, la Justicia estadounidense prevé "emprender acciones legales contra nuevas personas y organizaciones", indicó este lunes en Zúrich la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch.
"El curso de nuestra investigación no tiene límite y creemos que podemos tomar acciones legales contra otras personas y otras organizaciones", más allá de las 14 personas ya procesadas, nueve altos dirigentes del fútbol mundial y cinco hombres de negocios en el sector del marketing deportivo, precisó Lynch, durante una rueda de prensa conjunta con el fiscal general suizo, Michael Lauber.
Según la investigación estadounidense, iniciada por Lynch cuando era fiscal en Nueva York, fueron unos 150 millones de dólares en sobornos y retrocomisiones los que circularon por las altas esferas del fútbol desde hace 25 años.
A la pregunta de si el presidente dimitido de la FIFA Joseph Blatter iba a ser interrogado por las autoridades estadounidenses, Lynch rechazó dar más detalles y explicó con cierto tono de humor que no podía comentar el "programa de viaje" del dirigente suizo, de 79 años, cuyo sucesor al frente del fútbol mundial se conocerá el próximo 26 de febrero, durante el congreso extraordinario de la organización.
Por lo que respecta a la investigación de la Justicia suiza, independiente de la que realiza la estadounidense, sobre el proceso de atribución de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, "se han embargado activos financieros, incluidos varios apartamentos en los Alpes suizos", reveló Michael Lauber y precisó, según una comparativa con el mundo del deporte, que la investigación "está lejos aún del descanso".
Sin ofrecer el más mínimo nombre, el fiscal general suizo dio detalles del trabajo de los investigadores, sobre todo, "registros" en varios domicilios y el embargo de numerosos activos financieros, como los apartamentos en los Alpes.
"Estas inversiones inmobiliarias pueden tener fines de blanqueo de capitales", insistió Lauber, que subrayó que se han contabilizado 121 cuentas bancarias con movimientos sospechosos, denunciadas por los bancos suizos.
Lauber se negó, no obstante, a precisar el número de activos financieros embargados, "por razones tácticas".