El nombre de Susana Virginia Barreiros Rodríguez quedará en la historia de Venezuela por haber cedido a las presiones del chavismo al condenar a 13 años, 9 meses y 7 días de prisión a Leopoldo López.
Esta jueza, de sólo 34 años, se transformó el jueves por la noche en el instrumento clave que necesitaba el régimen de Nicolás Maduro para mantener tras las rejas al líder opositor.
Con la excusa de acusarlo de los delitos de instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador, incendio en grado de determinador y asociación para delinquir, Barreiros no dudó en responder a los pedidos oficialistas.
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Según se supo con el correr de las horas, de acuerdo a lo que publicaron distintos medios venezolanos, la joven jueza provisional del Tribunal 28° de Juicio del Área Metropolitana de Caracas recibió llamadas provenientes desde el mismísimo Palacio de Miraflores antes de dar su sentencia.