Las seis cosas de los 80 que aparecieron en Historia de un clan

La miniserie basada en la familia Puccio producida por Underground eligió cuidadósamente algunas piezas para que el espectador viaje en el tiempo frente a la pantalla

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Prensa Telefe
Prensa Telefe

La primera imagen de Historia de un Clan tiene al "Chino" Darín en la piel de Alejandro Puccio detrás de las rejas. Corre 1985 y la miniserie de Underground Producciones comienza con el intento de suicidio del rugbier en Tribunales. Después, el viaje en el tiempo para conocer a la familia Puccio, responsable de una serie de secuestros y asesinatos hace 30 años, va hasta 1982. Para hacer ese recorrido por la década de la vuelta de la democracia, el equipo comandado por el director Luis Ortega trabajó para encontrar objetos claves para ambientar las escenas.


Un puesto de la DGI

En el intento de suicidio, Alejandro cae sobre un puesto de la DGI (Dirección General Impositiva). Hace varios años, antes de que sea un organismo dependiente de la Administración Federal de Ingresos Públicos, esa sigla era la que todos usaban para hablar de lo que hoy se conoce como AFIP.



Los patines de cuatro ruedas

En el primer capítulo, Adriana, la menor del Clan Puccio, se paseó por todos lados (hasta en una iglesia) con los patines que tenían todos antes de que aparecieran los Roller en línea.



Silvia Fernández Barrio, conductora de noticiero

El aparato ubicado en la cocina de la familia mostró a la periodista dando información sobre la Guerra de Malvinas en 60 minutos, programa de ATC



La gaseosa Teem y los helados Laponia

En la rotisería cerrada de los Puccio se ven de fondo algunas cajas de la bebida que se metió en la competencia entre Sprite y 7Up. También aparece la marca de las cremas heladas que ofrecía el "FrutiDedo" o "Patalín", entre otras variedades.



La palanca de cambios al volante del Ford Falcon

Los Puccio viajan en su auto antes de cometer el primer secuestro en su furgoneta.



Calabromas

Cuando ya tienen al primer secuestrado en su casa, la familia Puccio se junta en el living a ver uno de los clásicos de Juan Carlos Calabró




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