El diario local Folha de Sao Paulo informó que, tras la rebaja de la nota crediticia anunciada ayer, las casa de cambio brasileñas vendían hoy cada dólar por 4,35 reales, 65 centavos más que el cierre oficial de ayer. La moneda había cotizado en 3,760 (+0,05) por dólar tras una jornada agitada por rumores de una posible salida del Gobierno del ministro de Hacienda, Joaquim Levy.
La economía brasileña está prácticamente empantanada desde 2011 y se espera que este año termine con una contracción de entre el 1,49 y el 2,2 por ciento, tras haber crecido apenas un 0,1 por ciento en 2014.
En agosto el real perdió el 7,07% de su valor ante el dólar, mientras lo que va de año la divisa brasileña registra una desvalorización del 29,2 por ciento. En 2014, la moneda brasileña cerró con una caída del 13 por ciento.
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La deuda soberana de Brasil perdió ayer su grado de inversión al ser rebajada a la categoría especulativa por Standard and Poor's, según informó la agencia de calificación internacional en su sitio web. La nota fue rebajada de BBB+ a BB-, manteniendo la perspectiva negativa. La noticia se produce mientras el gobierno de la séptima economía mundial enfrenta dificultades para llevar a cabo un ajuste fiscal en medio de una recesión económica que, según analistas, puede durar hasta dos años.
La calificación BBB- es considerada el nivel más bajo dentro de la categoría de grado de inversión por los participantes de los mercados, mientras que la BB+ es la más alta dentro de la categoría de grado especulativo.
La mala noticia profundiza la crisis en el gobierno de Dilma Rousseff. La mandataria, que está en niveles mínimos de popularidad –del 7 % según las últimas encuestas–, enfrenta una "tormenta perfecta" con recesión económica desde el segundo trimestre, alta inflación (9,56% a 12 meses), un desempleo en alza (7,5%) y la caída de la popularidad de Rousseff a un solo dígito. A esto se suma una crisis política con fuerte tensión entre el Ejecutivo y el Congreso, donde decenas de legisladores son investigados por corrupción en la estatal Petrobras.