Correr es la moda más saludable de estos tiempos. A tal punto que las callecitas de Buenos Aires son escenario de varias carreras al año, donde runners y marcas se cruzan para transpirar al trote distancias que van desde los humildes cinco kilómetros hasta los exigentes 42 de una maratón completa.
Pero los 21K, la media maratón, es probablemente una de las carreras más populares de la ciudad. A cuatro días del evento, cuando ya todos recuperaron el aliento y las piernas comenzaron a dejar de doler, los 21k se presentan como un todo un muestrario de récords.
El argentino Matías Roth resultó ganador y alcanzó la mejor marca en la historia de esta competencia con 1 hora, 3 minutos y 48 segundos.
Se inscribieron 22.586 corredores –aproximadamente un 70% hombres y un 30% mujeres–, lo que la convierte en la carrera más populosa de América del Sur. En esta edición hubo más de 2.700 participantes extranjeros, procedentes de 57 países distintos, aunque la mayoría brasileña fue apabullante: 1.700 inscriptos.
Para mantener a todos hidratados, se distribuyeron 28.000 botellas de bebidas fortificadas con minerales y 50.000 de agua mineral, además de las 45.000 naranjas y otras tantas bananas consumidas entre los deportistas. La organización contó con la ayuda de 1.800 voluntarios.
Y, por supuesto, muchos de los participantes aprovecharon la ocasión para retratarse. Antes de salir, después de llegar, en el "tercer tiempo" e inclusive en plena carrera. Los teléfonos celulares e Instagram hicieron el resto del trabajo.