El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió a la Unión Europea (UE) "acciones audaces y determinadas" para responder a la crisis migratoria en Europa y urgió al bloque a recibir a 160.000 refugiados.
"Las cifras son impresionantes", reconoció Juncker en un discurso ante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo (este de Francia) recordando que casi 500.000 refugiados llaman a las puertas de la UE desde principios de año.
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"Es hora de acciones audaces y determinadas para la UE", dijo pidiendo que la UE se reparta a 120.000 refugiados además de los 40.000 que ya pidió la Comisión a los países del bloque en la primavera para ayudar a Italia y Grecia, y ahora Hungría, desbordados por la llegada masiva de migrantes a tratar las solicitudes de asilo y acogerlos en sus territorios.
Pero advirtió no obstante a los Estados miembros que no distingan a los refugiados según su religión. "No hay religión, creencia, filosofía cuando se trata de refugiados. No hacemos distinción", agregó.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo la semana pasada que la llegada masiva de migrantes amenaza las "raíces cristianas" de Europa. "Tenemos derecho a decidir no tener un gran número de musulmanes en nuestro país", argumentó.
Juncker pidió que luego del reparto de estos 160.000 solicitantes de asilo, la UE instaure "un mecanismo permanente" para que el bloque pueda hacer frente a un nuevo pico migratorio "más rápidamente".