Después de cinco días en la cárcel, el juez que hizo detener a la empleada pública Kim Davis por negarse emitir licencias matrimoniales a gays dispuso su libertad.
El juez federal David Bunning anuló el fallo de desacato al decir que estaba satisfecho porque sus subordinados han cumplido con su obligación de entregar las licencias a parejas del mismo sexo, pero ordenó a Davis que no interfiera con éstas.
La medida anticipó en pocas horas las visitas previstas a Davis de los precandidatos presidenciales republicanos Mike Huckabee y Ted Cruz, decenas de simpatizantes de la mujer se reunieron afuera de la cárcel en lo que llamaron una movilización a favor de la libertad religiosa.
Encarcelada el pasado jueves 3 de septiembre, Davis pasó a ser una heroína de la derecha religiosa por el acto más audaz de resistencia que haya realizado un funcionario público al fallo de la Corte Suprema que legalizó el matrimonio gay en todo el país.
Frente a la cárcel donde se encontraba detenida la secretaria estatal, la voz se corrió lentamente entre un grupo de partidarios, algunos de los cuales se mostraron incrédulos.
Davis, cristiana apostólica, sostiene que el matrimonio gay es pecado y que emitir una licencia a una pareja de personas del mismo sexo sería contrario a su conciencia.