Así se desprendió de la encuesta sobre financiación e inversión de las empresas que hizo EY entre 110 de los más de 150 asistentes a la apertura de la
, cuyo tema dominante es "Integración Social y Desarrollo", los cuales representan a empresas que en conjunto facturan más de $800.000 millones de pesos y dan empleo a más de 200 mil personas.
A pocas semanas de las elecciones nacionales que decidirá el recambio presidencial, "los ejecutivos de finanzas esperan que la agenda de este 36 encuentro anual ayude a delinear los escenarios alternativos que enfrentarán para el quehacer profesional y como sociedad", dijo el presidente del Comité Organizador, Jorge Sausmell.
De ahí la expectativas que despertó la primera presentación, a cargo de Pablo De Gregorio, socio de EY, quien destacó que "una primera lectura de los resultados de las empresas indica que las ganancias de las empresas aumentaron en dólares, pero cuando se las coteja con la variación del uso de la capacidad instalada, se advierte que se trató de un efecto de la paridad cambiaria".
Claramente, una de las dificultades que tienen las empresas, en particular las extranjeras, es que cuando convierten sus balances en pesos a dólares obtienen abultadas ganancias que no se corresponden con la realidad. Es que la política del Gobierno de usar el tipo de cambio como ancla de la inflación no sólo provoca esos fenómenos extraños, porque los costos crecen a tasas varias veces superiores, sino que genera incertidumbre y se manifiesta en la demora en la ejecución de los planes de inversión.
Según expuso De Gregorio, "las empresas tienen una enorme cantidad de proyectos de inversión de envergadura, que llevaron más de dos años de estudio, pero sólo el 19% se ejecuta, y por montos menores de u$s50 millones, al cambio oficial, porque los empresarios advierten una alta dosis de inseguridad jurídica".
Además, el socio de EY destacó que una de las restricciones que enfrentan los empresarios para llevar a cabo sus emprendimientos productivos es que "el financiamiento es mayormente de corto plazo, a través del sistema bancario, porque del 50% de los consultados que esperaban hacerlo a través del mercado de capitales sólo 8% lo hizo", esto es apenas 4% de las empresas, entre las que se cuentan grandes, medianas y pequeñas.
La explicación de la persistencia de tan limitada concurrencia al mercado de capitales es que "el cambio regulatorio que se introdujo en 2014 no satisfizo las dudas de los empresarios".
Además, aunque no se mencionó, flotó en el espacio de la Convención del IAEF que las restricciones impuestas por el Gobierno desde fines de 2011 para el giro de utilidades a las casas matrices del exterior, junto con el aumento de la presión tributaria que provoca la prohibición de ajustar los balances por inflación, amén del atraso cambiario, y los controles de precios, minaron las posibilidades de que los dueños de empresas aprueben avanzar con inversiones de envergadura.
"Sólo prosperan los emprendimientos en inversiones ya hechas", que requieren actualizaciones tecnológicas y ampliaciones, y "muy pocas nuevas de menos de u$s50 millones que proyectan una alta rentabilidad y en muy corto tiempo".