Nilufer Demir, la autora de la foto que conmocionó al mundo, confía en que el "impacto" generado ayude a encontrar una solución a la crisis de refugiados.
"Apenas vi al niño de tres años, Aylan Kurdu, se me heló la sangre. No podía hacer nada por él. Lo único que podía era hacer escuchar el grito de su cuerpo que yacía en tierra, y así lo hice", dijo la fotógrafa de la agencia de prensa turca Dogan que el miércoles por la mañana tomó la foto del pequeño refugiado sirio ahogado en una playa.
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Desde hace semanas, Demir hace reportajes de la crisis de los migrantes, sobre todo sirios, en huida desesperada hacia Grecia desde la península de Bodrum, en el sudoeste de Turquía. Pero el martes se encontró frente a una escena terrible: "Sólo quería mostrar el dolor que sentí al ver a Aylan", contó la fotógrafa, que en las últimas horas fue objeto de enorme atención en las redes sociales.
Demir explicó que esperaba el impacto mediático de la foto, pero no hasta ese punto: "Espero que de ahora en adelante algo cambie y esta foto pueda servir para lograr que terminen estos dramas".
El niño fotografiado se llamaba Aylan Kurdi y tenía 3 años. Su hermano de 5 años, Galip, y su madre, Rehan, de 35, también murieron después de que el barco en el que viajaban hacia Grecia volcara. Su padre, Abdullah, fue encontrado medio inconsciente y llevado al hospital cerca de Bodrum.
Según contó el hermano de Abdullah al diario canadiense National Post, la familia de Aylan había estado intentando conseguir asilo en Canadá tras huir de Kobane, ciudad en el norte de Siria que durante meses estuvo controlada por el Estado Islámico.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) estima que unos 160.000 refugiados e inmigrantes han llegado a Grecia por mar desde principios de año. En julio, más de 50.000 personas, en su mayoría sirias, habían llegado a Grecia, en comparación con los 43.500 que lo hicieron en todo 2014.