Cómo afecta la emoción violenta a la conciencia y la memoria

El abogado de Farré dice que su cliente está en shock y pregunta por Claudia Schaefer y sus hijos. La enciclopedia jurídica afirma que ese estado provoca falta de nitidez y lagunas, automatismo y conductas impulsivas

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 Diario TAG 162
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Los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de Claudia Schaefer establecieron que Fernando Farré actuó "con saña" cuando el viernes pasado la asesinó a cuchillazos en el vestidor de su casa del country Martindale de Pilar. La mujer, que estaba gestionando el divorcio y la división de bienes, tenía varios puntazos en el pecho: tras degollarla y matarla, la siguió apuñalando. Luego, se sentó en el sillón todo ensangrentado, sin hablar ni intentar fugarse. Esos detalles –revelados por los testigos del crimen- fueron difundidos por el comisario a cargo del caso, Eduardo Molina y son muy importantes para determinar si el detenido actuó bajo "emoción violenta", como asegura su abogado defensor, Gustavo Álvarez y que de comprobarse podrían reducir la pena.

La Enciclopedia Jurídica define a la emoción violenta como "un estado en el que la personalidad experimenta una modificación por obra de un estímulo que incide en los sentimientos". Y asegura que la ley emplea "correctamente" la expresión `estado de emoción violenta´ para atenuar las penas, ya que se cree que el sujeto pierde dominio de su capacidad reflexiva y disminuyen sus frenos inhibitorios.

"Este estado no debe llegar a producir una profunda alteración de la conciencia, que conduciría a la inimputabilidad, puesto que el homicidio emocional no deja de ser un homicidio doloso, aunque los recuerdos de las circunstancias que rodean el hecho puedan aparecer, a veces, confusos. Un estado emocional puede provocar, aunque no es frecuente, una alteración de la conciencia lo bastante profunda como para colocar al sujeto en estado de inimputabilidad", agrega el informe.

Aún así, algunos psiquiatras creen que en el preciso momento de la crisis, el sujeto "no tendría conciencia de la intencionalidad del acto". El psiquiatra Alejandro Potenzone le explicó a Infobae que "cuando la persona recupera la conciencia, puede haber arrepentimiento siendo esto un punto clave". Según el derecho -amplió- la persona con emoción violenta actúa de manera impulsiva, ya que su conducta no se encuentra regulada por la capacidad reflexiva. "Es como si la emoción irrumpiera de forma súbita en la conciencia encegueciendo de esta manera al individuo que actúa como si estuviera poseído por el instinto. La memoria puede estar disminuida con presencia de lagunas o falsos recuerdos", señaló.

En su opinión, los signos típicos son comportamiento con furia, como apoderado por el odio al punto que puede atacar a una persona violentamente hasta provocarle la muerte. "Para encontrar la causa de un odio tan extremo, habrá que estudiar los rasgos de la personalidad del individuo que actuó de esa manera. Es por ello que desde la psicología forense se dividen las aguas entre las personas que tienen una personalidad de base de tipo psicótico o psicopáticos", puntualizó.

Por su parte, la licenciada en Criminología y presidenta de CEPREVI (Centro de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar), Liliana González, confesó en Infobae que ella cree que Farré actuó bajo emoción violenta por determinados signos que arrojaron la autopsia como que la atacó de atrás tras una intensa lucha física y que, tras matarla, "terminó sentado en un sillón con la cara desencajada, algo muy típico cuando sucede eso".

"Farré pudo haber sufrido un estado de emoción violenta con efecto retardatorio porque todo indica que en hasta ese momento él no venía sintiendo nada, sino que el viernes hubo algún detonante que lo llevó a ese estado de violencia, confusión y obnubilación. En esos casos, la memoria tiene como baches y no se dirigen las acciones conscientemente. Cuando el sujeto recuerda, lo hace como con flashes. Hay un cambio en los neurotransmisores y también psicológico que modifica no solo lo físico sino todo lo psíquico", amplió la licenciada en diálogo con este medio.

Esta mañana, el abogado contó que su cliente le preguntó por Claudia Schaefer y sus hijos. Contó que está en estado de shock y que se golpeaba la cabeza contra las rodillas. Entre tantas cosas, la emoción violenta tiene una intensidad mayor que la fisiológica, pero tampoco llega a suprimir la conciencia ni la memoria. "La memoria presenta trastornos trascendentes como falta de nitidez y lagunas, es decir hay hipomnesia irregular y a veces progresiva. Provoca mayor tendencia al automatismo y a las conductas impulsivas", señala el informe.

La fisiológica es más leve pero genera "perturbación de la capacidad de síntesis, puede haber inhibición voluntaria y tendencia al automatismo. Si bien no existe amnesia, puede haber memoria imprecisa". Por último, la emoción patológica es la más grave porque "produce inconsciencia fugaz, perturba la voluntad, el juicio y la inteligencia", aclara la investigación. "Hay amnesia de iniciación brusca y que abarca la totalidad del acto. Necesita una base constitucional y un factor determinante. Se pierde el control inhibitorio, se exalta el automatismo, hay descarga motriz y el sujeto puede sentir depresión posterior", precisa el documento.

Los investigadores analizan si Farré -acusado de homicidio agravado por el vínculo- mató a su ex bajo ese estado o si en realidad es una estrategia que intenta plantar la defensa para reducir la condena. Por lo que trascendió, el agresor tenía denuncias por violencia doméstica y hasta tuvo una orden de restricción que luego fue desestimada por consenso mutuo. Se sabe que estaba desempleado y que estaba bajo tratamiento psiquiátrico. Los cuchillos utilizados en el crimen también son clave: si los tomó Farré fue algo premeditado y si los tomó Claudia, refleja la existencia de miedo. "Yo no descarto que los cuchillos los haya tomado la señora Claudia, dentro de la causa no está claro quién los llevó al vestidor", acusó esta mañana el abogado del detenido.

La Justicia espera que declare la mamá de Farré, quien estaba en la casa del country junto a los abogados el día del crimen. Fue ella quien rompió desesperada el vidrio del vestidor ante los gritos de su nuera, pero ya era tarde. La mujer está en shock y encima es quien quedó bajo el cuidado temporal de los tres hijos del ex matrimonio.

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