"Debemos ser muy firmes en fortalecer la independencia de la Justicia. Los jueces tienen que resolver rápidamente las causas, porque la sociedad espera que la Justicia sea efectiva y no consagre la impunidad en los diversos casos que se presentan"
Ricardo Lorenzetti elige los momentos para hablar. Cuando lo hace, sus mensajes no pasan inadvertido. El titular de la Corte Suprema eligió dar este fin de semana una serie de entrevistas en los que dejó definiciones sobre el combate contra la corrupción, la relación con el futuro Presidente, el cuestionado sistema de subrogancias y las tensiones con el gobierno nacional.
"Debemos ser muy firmes en fortalecer la independencia de la Justicia. Los jueces tienen que resolver rápidamente las causas, porque la sociedad espera que la Justicia sea efectiva y no consagre la impunidad en los diversos casos que se presentan", señaló.
"Éste es mi último período. No creo que siga otro más"
El presidente del máximo tribunal de Justicia reconoce que hoy no es posible avanzar en la Argentina en una investigación contra la corrupción como la que se realiza en Brasil contra el gobierno de Dilma Roussef: "Aquí lo que se necesita es, como hizo Brasil, una política de Estado para cambiar el sistema. Se lo hemos planteado al resto de los poderes del Estado".
Según explicó Lorenzetti, la investigación conocida como el "Mensalao" sólo fue posible en Brasil gracias a que antes hubo "cambios legislativos importantes que permiten lo que hoy está pasando". "Esto es un proceso que lleva muchísimos años, que incluyó en primer lugar la facultad de que la Corte Suprema enjuicie. Acá eso no existe", señaló.
"Nosotros tenemos que reformar nuestro sistema legal. La Corte no tiene la facultad de reformarlo, pero sí tiene la clara voluntad de que debe ser cambiado", recordó. De todas formas, insistió en que "la Corte ha sido muy firme en la lucha contra la corrupción y lo seguirá siendo".
El cambio de Gobierno y su rol en la Corte
En los reportajes que concedió a los diarios Clarín, La Nación y Perfil, Lorenzetti reconoció que el recambio presidencial de este año trae dudas sobre el futuro, pero aclaró que la intención de la Corte Suprema es actuar como garantía: "Lo que necesitan los argentinos es que le demos tranquilidad y confianza en un proceso electoral que obviamente genera incertidumbre. No hay ninguna presión que pueda cambiarnos, no hay ningún viento fuerte que pueda mover a la Corte del camino que tiene".
Sostuvo además que "la Corte va a seguir, más allá de quién esté en el próximo gobierno" y pidió dejar de relacionar al tribunal con el presidente de turno: "La Corte tiene que ser absolutamente independiente de los cambios de Gobierno porque la Corte siempre ha sido vista como la Corte de un gobierno. En Estados Unidos, el modelo que tomó nuestra Constitución, la Corte no se identifica como la Corte de Clinton o de Bush, es la Corte del presidente de la Corte".
Lorenzetti reconoció que fue con ese objetivo que los ministros del tribunal resolvieron adelantar la elección de autoridades y lo volvieron a elegir como Presidente. Según aclaró, su intención es que sea su último mandato al frente del Poder Judicial: "Éste es mi último período. No creo que siga otro más".
Aclaró, sin embargo, que hoy "nadie se desespera" por ocupar ese lugar. "Si después el año que viene vemos que hay otra conformación, se verá y se puede cambiar el presidente", indicó.
Las subrogancias, las protestas de los jueces y el caso Fayt
En los últimos meses, las tensiones entre el Poder Ejecutivo y el Judicial volvieron a crecer. La muerte del fiscal Alberto Nisman y el cuestionado sistema de subrogancias para ocupar los puestos vacantes llevaron a la situación inédita de que los magistrados se sumasen a manifestaciones contra los cambios.
Lorenzetti aclaró que, en su opinión, "los jueces no tienen por qué manifestarse en la calle" y recordó que ninguno de los integrantes de la Corte se sumó a esas movilizaciones: "Nosotros no hemos ido ni creo que los jueces hayan ido demasiado a manifestaciones".
De todas formas, coincidió en las críticas al sistema de subrogancias que el kirchnerismo intenta implantar para acercar a decenas de dirigentes amigos a juzgados de todo el país: "Hicimos una reunión con los presidentes de las Cámaras. La conclusión fue que la subrogancia tiene que ser algo excepcional y que esta ley presentaba muchísimos problemas en su aplicación", recordó Lorenzetti.
"No hay ninguna presión que pueda cambiarnos"
Mientras tanto, la Corte Suprema sigue funcionando con cuatro miembros. Su presidente señaló que la intención es que vuelvan a ser cinco, pero no puso plazos para que el Congreso defina al reemplazante de Eugenio Raúl Zaffaroni.
Según insistentes versiones que corren en los pasillos de Tribunales, el próximo 10 de diciembre podrían ser tres los integrantes de la Corte: Carlos Fayt podría retirarse una vez que haya asumido el nuevo gobierno nacional. Lorenzetti prefirió ser cauto: "Nosotros somos respetuosos de la decisión que tome el doctor Fayt".