En las últimas tres décadas, el multimillonario Steve Siebold se entrevistó con más de 1.200 megarricos y encontró que compartían un rasgo en común: son egoístas y no sienten ningún tipo de culpa por ello.
Desveló los resultados de su investigación en su libro "Cómo piensa la gente rica". Según explica, mientras que los millonarios consideran el egoísmo como una virtud, el resto del mundo lo entiende como un defecto.
Para él, las personas comunes no llegan a enriquecerse por no centrarse lo suficiente en ellos mismos.