A partir del próximo 1º de enero de 2016, el Ejército de los Estados Unidos podrá contar por con la presencia de dos mujeres en sus más riesgosas operaciones de combate. Esta inclusión forma parte de una iniciativa de las Fuerzas norteamericanas para darles la posibilidad a las mujeres a incorporarse a la escuela de los Rangers, uno de los programas de entrenamiento más duros del Ejército.
"Todos nos vamos a beneficiar al tener a los mejores soldados del mundo defendiendo nuestro país y no hay ninguna duda de que los mejores serán tanto hombres como mujeres", aseguró Leon Panetta, ex secretario de Defensa de los EEUU y uno de los principales impulsores de esta inclusión, a la revista Foreign Policy.
Ya en 2013 el ex secretario de Defensa había abierto posiciones de combate para mujeres. Según consigna El País, se estima que unos 300.000 soldados fueron destinadas a Irak y Afganistán, de los cuales, 150 perdieron la vida y 9.000 recibieron condecoraciones por enfrentarse al enemigo. Sin embargo, ahora el Ejército norteamericano tiene tiempo hasta el 1 de enero del próximo año para incluir a las mujeres en los diversos regimientos o justificar su exclusión de operaciones de combate.
Gayle T. Lemmon, autora del libro La Guerra de Ashley, material que relata la experiencia en combate de las primeras mujeres que integraron las Fuerzas de Operaciones en Afganistán, atribuye esta medida a Panetta y la califica como "una verdadera evolución cultural".
"Ahora vemos la continuación de ese esfuerzo", indicó.
Si bien dentro del seno del Ejército reconocen que todavía existe cierto prejuicio ante la presencia de mujeres en el terreno de combate, Lemmon remarca que las mismas soldados que se unieron a la escuela de los Rangers pidieron ser sometidas a los mismo desgastante y exhaustivos entrenamientos que los hombres.
"Lo primero que pidieron fue que no se rebajara el nivel para ellas porque el Ejército necesita soldados que puedan superar los requisitos", apuntó la autora.
Janine Davidson, ex comandante y piloto de las fuerzas aéreas de los Estados Unidos, destacó esa actitud de las soldados y recordó las restricciones que había en la década de los 90 cuando hizo su ingreso a la Fuerza.
"Una vez que llegamos las mujeres aprendimos que no había obstáculos físicos a lo que podíamos hacer y que lo que siempre queda pendiente son las barreras sociales", sostuvo.
Davidson también destacó la apertura que impulsó Panetta para el ingreso de las mujeres: "No voy a negar que no permanezca cierto grado de sexismo, pero hemos visto un cambio de mentalidad". "Cuando un soldado hace su trabajo, aporta valor y garantiza la seguridad de sus compañeros, esto es lo más importante para los profesionales, no si se trata de un hombre o una mujer", agregó.
En su libro, Lemmon explica que la decisión del Departamento de Defensa fue tomada en gran parte desde que las fuerzas especiales se dieron cuenta en Afganistán que requerían de la presencia femenina en las redadas nocturnas para interactuar con ciudadanas afganas y obtener así información clave.
Así, el Ejército norteamericano tendrá desde 2016 las primeras mujeres en operaciones de combate. El próximo viernes será la graduación de las primeras dos que se reclutaron a la exigente Escuela de Rangers.