pasadas las 19.00 por un vecino que filmaba desde el balcón de su casa, muestra cómo
, que intentaba saltar la valla protectora. Luego lo revoleó por el aire.
Lo dejó tumbado, inmóvil, en la calle. Otros espectadores lo tomaron de las piernas y se lo llevaron, después de que el animal se diera vuelta por donde había venido.
La corneada le pasó demasiado cerca del corazón. Resistió algunas horas, pero murió en Hospital Clínico de Valencia.
En la madrugada del jueves para el viernes falleció otro hombre, de 55 años, que había sido atravesado durante una corrida realizada el jueves en el pueblo de Blanca, Murcia. Una de las corneadas le había cortado la arteria femoral, desencadenando una fuerte hemorragia
Estas dos muertes se sumaron a tres anteriores, ocurridas durante las habituales corridas de verano que se realizan en distintos pueblos españoles para celebrar las fiestas patronales. La primera había sido la de un jubilado de 80 años, el 25 de junio en Tarragona; luego, la de un turista francés de 44, el 15 de julio en Alicante; y por último, la de un hombre de 32, hace cinco días en Toledo.