El grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) liberó a 22 cristianos asirios que tenía secuestrados desde hace casi seis meses en el noreste de Siria, informaron este martes varias organizaciones sin fines de lucro que desarrollan tareas en la región.
Los liberados eran parte de los más de 200 miembros de esta comunidad secuestrados en febrero pasado por los yihadistas en su ofensiva a Jabur, en la provincia de Hasaké, en el noreste de Siria.
Según el Observatorio Asirio de Derechos Humanos, organización dedicada a supervisar la suerte de esta comunidad, entre el grupo de liberados figuran 14 mujeres. La ONG publicó fotos de los ex rehenes en las que se ve a mujeres de avanzada edad, emocionadas al ser recibidas por un cura.
Su liberación es "el resultado de los esfuerzos mantenidos y de las negociaciones llevadas a cabo por la iglesia asiria oriental de la ciudad de Hasaké", indicó la ONG.
Otra ONG, la Red Asiria para los Derechos Humanos, anunció también esta liberación, precisando que las personas eran originarias de las localidades de Jabur, Tal Shamiram y Tal Yazira.
"El clima de las negociaciones (para la liberación de las 187 personas aún detenidas) es positivo"
Según su director, Osama Edward, las negociaciones para lograr liberar a 187 personas aún detenidas por ISIS seguían en marcha. "El clima de las negociaciones es positivo", dijo a la AFP.
Los asirios, una de las comunidades más antiguas de las convertidas al islam, representan unas 30.000 personas en Siria, es decir, un 2,5% de los 1,2 millones de cristianos del país. La mayoría viven en las 35 localidades de la provincia de Hasaké.
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A finales de mayo, las fuerzas kurdas expulsaron a los yihadistas de ISIS de 14 localidades cristianas asirias que controlaban desde febrero. Su intervención sumada a los bombardeos aéreos realizados por la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, ha logrado imprimir duros golpes al grupó yihadista.
El Estado Islámico proclamó en junio pasado un califato en los territorios que estaban bajo su control en Irak y Siria. Allí, ha atemorizado a la población con métodos de terror, difundido decapitaciones de rehenes extranjeros y perseguido a minorías religiosas como los mencionados cristianos asirios.