Scioli y Macri se van de viaje y le ponen un parate a la campaña

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Sepultadas las PASO y tras analizar en frío los resultados electorales del domingo, Daniel Scioli y Mauricio Macri, los dos candidatos mejor posicionados de cara a los comicios de octubre, se tomarán unos días de descanso y retomarán la campaña a partir de mediados de la semana que viene. "Fue muy largo, hay que recobrar fuerzas para los dos meses que vienen", explicaron allegados al candidato presidencial del frente Cambiemos. La mayoría de los asesores del PRO también aprovecharán el parate para irse unos días de vacaciones.

Scioli tiene previsto volar en estas horas hacia Italia, el destino predilecto del gobernador cuando sale del país. Pasaría por Francia, según su entorno, donde históricamente somete a revisión a su brazo ortopédico. El regreso está estipulado para principios de la semana que viene: el martes tiene en agenda un acto vinculado a la puesta en marcha de las policías locales en el municipio de Malvinas Argentinas. Desde el sciolismo no descartan que varios de los principales funcionarios bonaerenses también aprovechen el viaje del gobernador y candidato presidencial, y el fin de semana largo, para hacerse una escapada.

En el caso del PRO, el éxodo pareciera ser bastante más masivo. Aún no está definido cuándo se irá Macri, pero hasta ahora no tiene pautado ningún compromiso electoral para la semana que viene. Uno de sus últimos eventos de campaña será al mediodía del jueves: almorzará junto a los empresarios nucleados en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP), encabezados por Eduardo Eurnekian, presidente de Corporación América, en el salón Versailles del porteño Alvear Palace Hotel. Es el primero de los candidatos presidenciales que deberá explicar frente a ese exigente auditorio sus propuestas económicas en caso de triunfar en las elecciones, en medio del giro discursivo que el jefe de Gobierno blanqueó en la noche del 19 de julio, tras el ballottage de la Ciudad de Buenos Aires. El último disertante había sido el ministro Axel Kicillof.

Según pudo saber Infobae, al menos tres de los principales ministros del gabinete porteño, varios funcionarios de primera línea y la vicejefa y candidata a gobernador bonaerense, María Eugenia Vidal, también saldrán de vacaciones en las próximas horas. Vidal lo hará desde el jueves y hasta mediados de la semana entrante. El ministro de Gobierno, Emilio Monzó, es de los pocos que no se tomará, por ahora, ningún descanso. Tiene reuniones agendadas en la provincia de Buenos Aires, donde el PRO tratará de redoblar los esfuerzos para apuntalar aún más las postulaciones de Macri y Vidal.

Ernesto Sanz y Elisa Carrió, los otros dos referentes de la alianza Cambiemos, no están exentos del éxodo político de los próximos días. El senador y fallido candidato presidencial del radicalismo saldrá de vacaciones la próxima semana durante varios días. Lo de Carrió, la menos votada del frente electoral, es un tanto más complejo: sus voceros desconocen el destino de su descanso, "por cuestiones de seguridad" y por pedido de su custodia, que le prohibió a la diputada ventilarlo. Los asesores de "Lilita" solo saben que se tomará al menos 15 días. La semana pasada, dos periodistas se encontraron con un estuche con tres balas calibre 38 y un mensaje de tinte mafioso en el salón del barrio porteño de Palermo en el que la ex candidata cerró su campaña previo a las PASO.

Según el relevamiento de este portal, el único de los dirigentes de peso que aún no tiene pensado refugiarse en ningún parador turístico es Sergio Massa. "Se queda en Tigre, a lo sumo aprovechará el fin de semana largo para dormir", explicaron allegados al candidato presidencial de UNA.

Como el resto, Massa deberá empezar a tejer su estrategia de cara a las elecciones generales del próximo 25 de octubre, con un condimento extra: después del receso, tanto Scioli como Macri irán en busca de ese importante cúmulo de votos acumulado el domingo por el ex intendente de Tigre y el gobernador José Manuel de la Sota. Massa se rehúsa a ser juez. Quiere ser parte. Lo explicó Felipe Solá, en las horas posteriores a la larga noche del domingo: "Nos quieren poner de árbitros, pero somos parte del combate".

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