El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ejecutó a diez prisioneros acusados de cometer apostasía en Afganistán. La matanza la llevó a cabo la filial afgana de esa agrupación terrorista en la provincia de Nangarhar.
Las víctimas también fueron acusadas de haber ayudado a los talibanes, grupo enfrentado con ISIS. Ambos radicales islámicos se disputan el liderazgo en Afganistán y luchan contra el gobierno central de Kabul.
Sin embargo, lo novedoso en esta nueva ejecución realizada por los terroristas islámicos fue la manera en la que la llevaron adelante. Los diez prisioneros fueron obligados a arrodillarse sobre el terreno, donde previamente se habían enterrado bombas. Al detonarlas, sus cuerpos se desmembraron.
El video muestra una cuidada puesta en escena, donde se ven a jefes tribales pertenecientes al Estado Islámico llegar montando a caballo a la escena del crimen en una llanura verde. El escenario es completamente diferente al resto de los que se vieron hasta ahora en las grabaciones de ISIS: antes, desierto y arena; ahora, verde, caballos y montañas.