Las acciones de YPF cerraron a u$s22,51 en Wall Street, su precio más bajo del año. En los últimos 12 meses, YPF perdió un 34% en dólares, lo que redujo su capitalización bursátil en unos u$s3.000 millones en el último año, a los actuales 8.830 millones de dólares.
Bajo control estatal, YPF es la empresa más grande de la Argentina. En los próximos días se esperan los resultados del balance correspondiente al segundo trimestre de 2015, sobre el cual están depositadas las expectativas del mercado financiero, debido a que ante el inminente cambio de Gobierno en diciembre, las posiciones en títulos de la petrolera serán obligadas para aquellos fondos de inversión que quieran contar con valor argentino en cartera.
Las últimas cifras difundidas por la empresa que preside Miguel Galuccio no fueron alentadoras: informó una caída del 26% interanual en sus ganancias del primer trimestre, a unos $2.100 millones, consecuencia del desplome del 50% en las cotizaciones internacionales del petróleo. Un resultado poco favorable para el próximo balance justificaría mayores ventas para los ADR (American Depositary Receipt), certificados a través de los que se negocia la acción en Nueva York.
La expectativa está centrada en el balance que YPF presentará esta semana
La suerte del título de YPF está atada a la de la cotización del crudo. En ese aspecto, el acuerdo nuclear entre Irán y EEUU del pasado 14 de julio posibilitará la reinserción del país asiático en el mercado de este commodity y es de prever que contribuya a la sobreabundante oferta global de hidrocarburos, pues antes de las sanciones comerciales impuestas por Occidente en 2012 se ubicaba como el segundo productor mundial de petróleo.
Desde mediados de julio el barril de crudo ligero de Texas cayó 13%, por debajo de los 50 dólares. A la par, YPF descendió 14,8 por ciento. En u$s22,51, su ADR tiene bajó a un nivel similar a los u$s22,50 del 15 de diciembre, y apenas encima de los u$s21,85 el 3 de febrero de 2014.
Respaldo estatal
A su favor, YPF cuenta con el "sponsoreo" del Estado. Para hacer más atractivas las inversiones en el mega yacimiento de shale de Vaca Muerta, el Gobierno decidió a fines de 2014 que el precio interno del barril de crudo se pagará a u$s77, muy por encima del precio internacional, mientras que dispuso una reducción de 10% en la carga impositiva sobre la venta de combustibles, que se tradujo en enero en una baja de precios de las naftas en surtidor del 5 por ciento. Sin embargo, con el correr de los meses se aplicaron sucesivos incrementos de las naftas que revirtieron el beneficio de modo que en la Argentina los combustibles aumentan un 2% en el año.
YPF, que representa un 55% del mercado de expendio local de combustible, incrementó un 125% los precios al público de la nafta súper desde la estatización del 51% de la compañía en abril de 2012, entonces controlada por la española Repsol. Hoy, a excepción de Uruguay, Argentina tiene los combustibles más caros de la región, según cálculos de la consultora Montamat & Asociados.
Galuccio reconoce que Vaca Muerta no es rentable con un un barril a u$s50
A partir de la estatización de YPF, y con la necesidad de mejorar los ingresos de la empresa, se pasó en los hechos de subsidiar el consumo, al convalidar precios del crudo inferiores a los del mercado internacional, a subsidiar a las petroleras con un precio del barril superior, como incentivo a la producción.
Además, el propio Galluccio reconoció que su principal activo, Vaca Muerta, "no es rentable a 50 dólares" el barril, por cuanto el escenario actual desincentiva la pronta llegada de dólares de inversiones de multinacionales interesadas en un joint venture con la petrolera. "Cuando empezamos a perforar pozos verticales en Loma Campana, calculamos que el proyecto era rentable con un precio de 84 dólares y un costo por pozo de u$s6,5", señaló en abril el directivo, en la Conferencia de Petróleo y Gas 2015 en Punta del Este.