Como si ya no tuviera suficiente con los escándalos de corrupción, la inflación, el desempleo y la recesión, el gobierno de Dilma Rousseff sumó en los últimos días otro dolor de cabeza con el preocupante aumento en el precio del dólar. Un índice que históricamente nunca había movido el amperímetro en Brasil.
El real cayó este martes nuevamente ante el dólar para cotizarse en 3,4713 unidades para el tipo de cambio comercial. La moneda brasileña profundizó así su piso mínimo en más de 12 años, para llegar a su valor más bajo desde febrero de 2003.
Tras la cotización del martes el real acumula una desvalorización de 23% en lo que va del año. En 2014 bajó 13% frente a la divisa estadounidense.
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El dólar en Brasil va a contramano del mercado extranjero. El "índice dólar", que mide la variación del dólar contra una canasta de otras 10 monedas, operó con un ligero descenso del 0,1 por ciento. Jefferson Luiz Rugik, economista de Correparti Corretora de Câmbio, asegura que hay factores externos e internos que contribuyen a la volatilidad de la moneda.
En el frente externo, las preocupaciones son la desaceleración de la economía china y la posibilidad de un aumento de las tasas de interés en los Estados Unidos a partir de septiembre.
Mientras que en el ámbito interno, el fin del receso en el Congreso hará que se reanuden las votaciones por las medidas de ajuste fiscal. "La cautela sigue dominando el entorno del intercambio interno, sobre todo con el regreso del trabajo en el Congreso. Cualquier noticia positiva o negativa dirigirá los precios en nuestro intercambio", explica Rugik.
Coincidencia y compra
La caída del lunes coincidió con la detención del ex jefe de gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva, José Dirceu, señalado como uno de los creadores del fraude multimillonario a la estatal Petrobras que sacude a la élite política y empresarial del país.
El real acumula una desvalorización de 23% en 2015
El índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo cerró con una ligera
, empujado por indicadores nacionales que no invitan al optimismo, pero al amparo de medidas internacionales que frenaron su caída.
En el resultado influyó entre otros la caída de las acciones del
, el mayor banco privado de Brasil.
El mercado no reaccionó como cabía esperar a los buenos resultados presentados por el Itaú, que divulgó hoy que en el segundo trimestre obtuvo un beneficio neto de 5.984 millones de reales (unos u$s1.732 millones), lo que supone un aumento del 22,1% respecto al mismo período de 2014.
Sin embargo, el crecimiento de la morosidad en su balance, así como el nuevo descenso de la producción industrial divulgado hoy por el Gobierno, invitaron a los inversores a mantener un perfil conservador que terminó lastrando los resultados del mercado brasileño.
Los papeles del Itaú fueron los grandes protagonistas del día y sus acciones preferentes acapararan un 15,8% de las operaciones del recinto, si bien registraron una depreciación del 2,4 por ciento. Sus
.
Por su parte, las acciones del
siguieron la caída iniciada ayer tras anunciar la adquisición de las operaciones del británico
en Brasil, y sus preferentes registraron una pérdida del 1,45 % y las ordinarias una depreciación del 1 por ciento.