Puerto Rico cayó en default por primera vez en su historia al no honrar una parte de su deuda de 73.000 millones de dólares que debía pagar el lunes, lo que hundió aún más a la isla en una grave crisis económica.
"Esta es una decisión que refleja las graves inquietudes acerca de la liquidez del Estado Libre Asociado y el balance entre las obligaciones con nuestros acreedores y las obligaciones con el pueblo de Puerto Rico, igualmente importantes para garantizar que se mantengan los servicios esenciales", indicó la presidente del Banco Gubernamental de Fomento (Central), Melba Acostaen un comunicado.
El impago a la deuda de la Corporación para el Financiamiento Público (PFC, siglas en inglés) dejó en peor posición a Puerto Rico, la isla caribeña de 3,5 millones de habitantes asfixiada por falta de liquidez tras ocho años de recesión.
"Moody's considera este hecho como un default", dijo en un comunicado Emily Raimes de esa agencia de calificación. "Este es el primero de lo que creemos serán extensos defaults" de Puerto Rico, señaló.
La decisión no afectará de manera inmediata la calificación del crédito del gobierno de Puerto Rico
La deuda impaga impacta principalmente a acreedores puertorriqueños, en particular a cooperativas de crédito y ahorro, por lo que Fitch Ratings aseguró que la decisión no afectará de manera inmediata la calificación del crédito del gobierno de Puerto Rico.
De todas maneras, las casas crediticias de Wall Street ya degradaron los bonos de Puerto Rico a nivel "chatarra", lo que le ha cerrado las puertas al mercado de bonos.
El gobernador de Puerto Rico, Alberto García Padilla, había advertido a finales de junio que la gran deuda de la isla es "impagable" y encomendó a un equipo preparar un plan de reestructuración para escapar del "círculo vicioso de contracción, emigración, austeridad e impuestos", que debe ser presentado a fines de mes.
García Padilla ha pedido más sacrificios a todos los sectores de la isla, sumida en una grave crisis que ha golpeado con dureza a la población, un desempleo en 12,4%, más del doble del 5,3% en Estados Unidos continental, y una masiva migración que reduce la base impositiva.
El gobierno de Puerto Rico aboga por que Washington modifique la ley estadounidense de quiebras que le permita al estado libre asociado declararse en bancarrota, como lo hicieron en el pasado ciudades estadounidenses como Detroit, algo que en la actualidad le está prohibido.
Renegociación es prioritaria
El secretario de la Gobernación, Víctor Suárez, dijo que la administración de García Padilla no tiene contemplado reunirse con los acreedores de la deuda impaga, sino que dará prioridad a terminar el plan de ajuste fiscal y económico con el objetivo de renegociar la deuda pública.
"El planteamiento es que nosotros tenemos que terminar" el plan para "continuar los trabajos de renegociación de deuda de los distintos acreedores", advirtió Suárez. "Las conversaciones continúan con distintos acreedores, eso es parte, pero, el plan es fundamental para tener un acuerdo final", apuntó.
Suárez había anticipado la semana pasada que PFC incumpliría con el pago de la deuda, ya que el Gobierno se preparaba para pagar más de 100 millones que se le deben a otros acreedores que han invertido en bonos del Gobierno de Puerto Rico, conocidos como GOS, por sus siglas en inglés.
Los partidos opositores reaccionaron con dureza ante el default parcial.
"Hoy es un día nefasto para la historia de Puerto Rico" porque por primera vez en su historia el gobierno dejó de pagar sus obligaciones, estimó el presidente del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Pierluisi, delegado electo de Puerto Rico ante el Congreso en Washington.
"Las consecuencias de esta irresponsabilidad serán bien duras para todos los puertorriqueños", advirtió. "Una buena parte de esos bonistas son individuos, instituciones y cooperativas en Puerto Rico, que dependen de estos dividendos para sus retiros", agregó.