Quizás, para gran parte de la población norteamericana sea una figura nueva. Pero para los lectores de The New York Times, no. Ellos conocen a Donald Trump desde hace 42 años. El 16 de octubre de 1973 fue la primera vez que leyeron sobre él y no fue introducido de la mejor forma.
Fue una nota firmada por el periodista Morris Kaplan la que lo "presentó en sociedad". Y la historia que se replicaba en su primera página, no era la más feliz para el magnate que por entonces tenía 27 años y ya contaba con decenas de millones de dólares en sus cuentas bancarias. "El mayor poseedor de tierras de la ciudad acusado de prejuicios antinegro", fue el título que apareció en la portada de ese día de octubre, cuando la Guerra de Yom Kipur conmovía al mundo.
La nota hacía referencia a los cargos por discriminación que pesaban sobre el joven empresario y su padre, Fred C. Trump. La denuncia se realizó en la Corte Federal de Brooklyn contra "Trump Management Corporation".
La compañía era un verdadero "monstruo" del real estate en la ciudad. Desde hacía 40 años se dedicaba a esta actividad. Pero en los primeros años de los 70 ya poseía 14 mil departamentos en Brooklyn, Queens y Staten Island. Sin embargo, su poder económico no fue suficiente y no pudo escapar a las denuncias en la justicia: fue acusada de violar una ley de 1968 respecto a discriminación en torno operaciones en 39 edificios de su propiedad.
"El Gobierno sostuvo que Trump Management ha negado el alquiler o la negociación de alquiler 'por raza o color'", escribió en la tapa de The New York Times el periodista Kaplan. También reveló que se le requerían otros términos a aquellos que fueran de "color" y que se les afirmaba que los departamentos que ellos pretendían no estaban disponibles.
Kaplan llamó a Trump para que haga su descargo sobre las duras acusaciones que pesaban sobre él y su compañía. "Son absolutamente ridículas", se defendió el multimillonario norteamericano. "Nunca hemos discriminado, y nunca lo haríamos. Ha habido un número de acciones locales contra nosotros, y hemos ganado en todos ellos. Hemos demostrado en los tribunales que no discriminamos", manifestó el magnate quien había sido nombrado en la acusación.
"Nunca hemos discriminado, y nunca lo haríamos", fue quizás la frase que el magnate no cumplió a lo largo de los años. Al menos en la reciente campaña presidencial que lanzó dentro del Partido Republicano donde acusó a los mexicanos de ser los responsables de las violaciones ocurridas en los Estados Unidos. The New York Times ya había olfateado el polémico perfil del mayor poseedor de tierras de la gran ciudad.