La inflación anual en México se redujo al 2,76% a principios de julio, su nivel más bajo desde 1970, cuando los precios al consumidor comenzaron a medirse a nivel nacional. Por tercer mes consecutivo, está también por debajo de la meta del 3% fijada por el Banco de México. Juan Montes, del Wall Street Journal, analizó el fenómeno.
Según explicó, mientras algunos países de Sudamérica luchan por mantener bajos los precios y otros desarrollados, de Japón a EEUU, batallan porque no suben lo suficientemente rápido; el Banco de México parece haber encontrado la inflación justa.
El reciente éxito "pule credenciales de México como el país económicamente más ortodoxo en América Latina y uno donde las políticas de control de la inflación son sacrosantas".
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Los analistas aseguran que la inflación baja y estable explica por qué el peso mexicano se ha depreciado menos frente al dólar estadounidense que otras monedas de América Latina, que sienten la presión por las perspectivas de inminentes aumentos de tasas de interés de la Reserva Federal que hacen que el dólar más atractivo.
El peso mexicano se ha debilitado un 21% en los últimos 12 meses, mientras que el real brasileño se contrajo un 31% y el peso de Colombia un 34 por ciento. Los primeros datos de julio ilustran los profundos cambios económicos realizados en las últimas décadas.
"El control de la inflación se ha convertido en un rasgo distintivo de la economía de México", analizó el economista Jonathan Heath. "México ha pasado de ser un país con una gestión económica caótica y con alta inflación, a uno que ha cimentado una política monetaria creíble", agregó.
Algunos economistas dicen que las revisiones legales promovidas por el presidente Enrique Peña Nieto para aumentar la competencia en el sector de las telecomunicaciones parecen estar teniendo un efecto. Los precios al consumidor subieron apenas un 0,09% en la primera quincena de julio, debido principalmente a una disminución de las tasas de telecomunicaciones, los costos de energía y otros bienes no alimentarios; y los precios de Telecom han caído un 11% en el último año.
A pesar de la baja inflación, se espera que el Banco Central comience a subir las tasas de interés en septiembre, para evitar una mayor depreciación del peso y un consiguiente aumento de las expectativas de inflación.
Una de las razones detrás del éxito de México en la contención de los precios es un Banco Central que ganó autonomía del Gobierno en 1994 y su único mandato es controlar la inflación. El banco adoptó la meta del 3% en 2003, con un margen de fluctuación de un punto porcentual para absorber los efectos temporales.
Mantener los precios bajo control ha sido un logro importante para un país que sufrió crónicamente alta inflación en los años 1980 y la década de 1990 después de dos crisis financieras desastrosas y las principales devaluaciones del peso en 1982 y 1994. La inflación promedió el 70% en la década de 1980 y alcanzó un máximo en 1987 del 159 por ciento.
Sin embargo, la baja inflación por sí misma no ha sido suficiente para impulsar el crecimiento económico. Los analistas dicen que los obstáculos permanecen: la productividad no está creciendo, la inversión pública y privada fueron equivalentes a sólo el 20% del PIB en 2014, y el financiamiento bancario al sector privado es relativamente bajo, se ubica en el 34% del PIB en comparación con el 69% de Brasil.