El gobierno turco permitirá que aviones estadounidenses lancen ataques aéreos contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) desde la base aérea de Incirlik, en el sur de Turquía, según informaron este jueves funcionarios estadounidenses.
Ankara y Washington llegaron a un acuerdo luego de meses de negociaciones y este anuncio llega pocas horas después de que los militares turcos bombardearan posiciones del ISIS en el lado sirio de la frontera, en una escalada drástica del conflicto.
Otro funcionario citado por el diario New York Times describió el acuerdo como "un cambio de juego" y explicó que se produjo tras negociaciones que culminaron el miércoles con una llamada telefónica entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el mandatario estadounidense, Barack Obama.
"Estados Unidos y Turquía han decidido profundizar aún más la cooperación en la lucha contra el ISIS", señaló John Kirby, vocero del Departamento de Estado, en un comunicado. Agregó que Washington trabajaría con Turquía y otros socios europeos para frenar el flujo de yihadistas extranjeros a Siria, reconociendo que "el problema del combatiente extranjero no es problema sólo de Turquía".
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El Ejército turco bombardeó este jueves posiciones del ISIS en Siria, después de que un soldado turco muriera por disparos procedentes de una zona controlada por combatientes de este grupo yihadista radical.
Este cruce de disparos es el incidente más serio entre las tropas turcas y el ISIS hasta el momento, y llega tras la muerte de 32 personas en un atentado suicida el lunes del que se responsabilizó al ISIS y que desencadenó una serie de actos violentos.
Turquía comparte una frontera de 800 kilómetros con Siria, y una de sus regiones del sur roza directamente con territorio controlado por el Estado Islámico.