El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, a través de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, financió el desarrollo de productos lácteos capaces de actuar en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, mediante un método natural como es la alimentación estratégica de los animales en el tambo.
La clave está en el alimento del ganado. A partir de una alimentación estratégica del ganado bovino, bubalino y caprino, se logró obtener leches con una importante reducción de los ácidos grasos hipercolesterolémicos e índice aterogénico con un incremento en la concentración de ácidos grasos con propiedades ateroprotectoras y antiproliferativas.
De esta manera surge la leche CLA (ácidos linoleicos conjugados) que, en su conjunto, son beneficiosos para la salud cardiovascular y el sistema inmunológico, con prometedoras propiedades que permanecen en el producto aún después de procesos como la pasteurización o la transformación en derivados lácteos. Estas características constituyen un importante criterio saludable de diferenciación respecto de la leche estándar y la definen como una leche diferente y funcional; más saludable para el consumo directo y la elaboración de mantecas, quesos, yogures, helados, leche en polvo u otros derivados.
El proyecto recibió subsidios en el marco de la convocatoria "FITS Agroindustria 2010 - Alimentos Funcionales" del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) de la Agencia. La iniciativa fue llevada a cabo por un consorcio público privado, integrado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y otras empresas.
En este marco, y mediante la firma de un Convenio de Vinculación Tecnológica con el INTA, se logró la incorporación de la empresa Verónica S.A. para producir un importante volumen de leche CLA larga vida. Se cumplió, de este modo, con los objetivos enunciados en el plan de ejecución física del proyecto, mediante la actividad denominada "Incorporación de nuevas empresas al sistema productivo leche funcional".
Este logro permitió ampliar la oferta de lácteos funcionales. Mediante un trabajo realizado en un tambo de la empresa, financiado por Verónica, se demostró que a partir de la suplementación de las vacas y la pasteurización (UAT) se puede obtener una leche CLA larga vida con criterios saludables de diferenciación respecto a las leches estándar. De esta manera, la empresa recibió tres años de exclusividad para comercializar la nueva leche CLA que ya está disponible en el mercado, producida en tambos propios, seleccionados y adaptados para este importante desarrollo y bajo la supervisión de técnicos del INTA.
Además de la leche Verónica CLA, y como otro logro del proyecto, se destaca la existencia en el mercado de una amplia variedad de quesos elaborados con leche alto CLA (sardo, reggianito, port salut, dambo, provoleta, etc.) producidos por la empresa Prodeo en su planta de Chivilcoy, bajo la marca comercial "Mamá Mecha". Cabe destacar también que las otras dos empresas integrantes del consorcio –Rocío del Campo (de Santa Fe) y Nuestra Señora de Itatí (de Corrientes) – se encuentran desarrollando productos propios para lanzar al mercado en el futuro.
Sobre los alimentos funcionales
El término genérico "alimento funcional" se utiliza para identificar alimentos con componentes que poseen propiedades adicionales para la salud de los consumidores que superan al beneficio clásico de un aporte de nutrientes. Es decir, refiere a aquéllos alimentos que proporcionan beneficios para la salud más allá de la nutrición básica y que, además, son capaces de demostrar científicamente que el alimento mejora una o varias funciones en el organismo.
En el caso de la leche desarrollada por investigadores del INTA, se trata de un producto que, a partir de la modificación en el perfil de ácidos grasos de la leche (reducción de grasa saturada), favorece la salud del consumidor de manera natural, es decir, sin el agregado de productos químicos. Como los compuestos funcionales están incorporados naturalmente a la leche, el aprovechamiento (biodisponibilidad) por parte del consumidor es superior y no se modifica la calidad organoléptica, o sea, el sabor de la leche.
A los beneficios de la leche CLA, se suma que mejoran el metabolismo de las grasas, ayudan a equilibrar el colesterol bueno y malo, aportan el balance correcto de Omega 3 y Omega 6 y no pierden sus propiedades cuando se la usa para elaborar cualquier comida. Además, la leche CLA (única en Latinoamérica), es apta para celíacos y altamente aconsejable para bebés, niños y madres lactantes. Con un mínimo incremento en costos de alimentación (aporte de suplementos a base de aceites vegetales polinsaturados) se consiguen profundos cambios en el valor saludable de la grasa láctea.