Tres jóvenes de la minoría yazidí que lograron escapar del Estado Islámico (ISIS) relataron para BBC su pesadilla y con esto buscaron persuadir a las cientos de jóvenes de países occidentales que son reclutadas por el grupo vía redes sociales.
En una entrevista en Londres en la que no mostraron sus rostros, según ellas porque aún tienen amigas y familiares secuestradas que podrían sufrir represalias, las jóvenes lucieron frágiles, bellas y muy asustadas.
"Fuimos violadas hasta cinco veces al día", dice Bushra, de 20 años. "Una muchacha fue al baño y se cortó una de las muñecas. Como no murió, se cortó la garganta. Los guardias me buscaron y me dijeron que fuese a identificarla. Dijeron que era mi amiga. No la pude reconocer. Había demasiada sangre en su cara. Los guardias la envolvieron en una sábana y la lanzaron a la basura", sigue el terrorífico relato.
A medida que avanzan por grandes extensiones territoriales de Siria e Irak, los militantes de ISIS arrasan con las religiones minoritarias a las que no pueden someter bajo su califato islámico. Es el caso de los yazidíes, que no son ni musulmanes ni cristianos sino que adoran un ser supremo que se conoce como Yasdan.
"A mi madre se la llevaron junto a otras 70 mujeres mayores. Vimos un excavadora y oímos tiros"
Bushra se estremece al recordar el día en que el grupo llegó a su pueblo, hace casi un año.
"En una noche, atacaron dos pueblos vecinos. Hubo combates hasta las seis de la mañana. Nuestros familiares en el pueblo cercano nos dijeron que nos fuéramos porque no había soldados peshmergas, sólo hombres yazidíes. Pero los peshmergas de nuestro pueblo nos dijeron que nos quedáramos y que no nos preocupáramos porque ellos nos defenderían", contó a la BBC.
Noor tiene 21 años y también relató qué pasó cuando ISIS invadió su pueblo: "Separaron a los hombres de las mujeres y los niños, se los llevaron y les dispararon. Yo tengo siete hermanos, uno de ellos consiguió escapar. Los otros seis todavía están desaparecidos. A mi madre se la llevaron junto a otras 70 mujeres mayores. Vimos un excavadora y oímos tiros".
En el episodio, sólo las mujeres jóvenes se salvaron, aunque muchas de ellas desearían no haberlo hecho.
Con 16 años de edad, Munira cuenta que los militantes de ISIS las llevaron a un salón de clases de la escuela de su pueblo y que allí comenzó el proceso de selección.
"Los comandantes tienen entre 50 y 70 años. Yo tenía 15 años cuando fui escogida por un comandante. Dijo que las chicas menores eran mejores que las mayores. Ellos usualmente escogen a las más bellas y jóvenes para sí", explicó.
Después de pocas semanas, se aburrió de ella. "Abu Mohammed dijo: 'Yo tuve esta niña cuando era virgen. Ahora me aburre. Quiero otra'. Me vendieron a Abu Abdulá, quien también me violó. A los pocos días, se aburrió de mí. Me vendió a Emad. Si no me hubiese escapado, me hubiera vendido también".
De acuerdo con el artículo de la BBC, las tres jóvenes fueron golpeadas y violadas diariamente durante su cautiverio. Aunque traumatizadas y exhaustas, no desperdiciaron la mínima oportunidad para escapar.
En una oportunidad, Noor intentó salir por una ventana pero su captor, Salman, la agarró y le dijo que sería castigada: "Salman y sus guardias me golpearon y me quemaron con cigarrillos. Salman me ordenó que me desvistiera, me dijo: 'Te advertí de que no te escaparas, ahora sabrás cuál es tu castigo'. Dejó que los seis guardias entraran, cerraran la puerta y me violaran brutalmente. No sé cuántas veces".
Sin embargo, más allá de los fallidos, las tres muchachas pudieron finalmente huir y estuvieron viviendo en campamentos para desplazados internos en Irak. Allí, la organización no gubernamental con sede en Reino Unido Fundación Amar organizó una visita a la nación europea para que cuenten sus historias y ayuden a disuadir a jóvenes británicas de viajar a Irak para unirse al ISIS.
Noor, Bushra y Munira se sentaron frente a varias adolescentes en la Academia de Bristol, una escuela secundaria de esa ciudad en el sur de Inglaterra.
Nasra Ahmed es una joven de 18 años que dice que está en contacto, a través de las redes sociales, con otras jóvenes que se han unido a ISIS. "Ellas dicen que tienen una casa linda, un esposo, dinero, todo lo que una chica de 15 años desearía", cuenta.
"Mi mensaje es: no vayan. Serán violadas y golpeadas y vendidas a otros hombres. Son criminales"
"Son mentiras", Noora dice con rabia. "No vayan. Ellos les prometen una casa bonita, servidumbre y un automóvil, pero mienten".
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Otra estudiante, Ikram Hassan, de 14 años, les pregunta: "¿Qué consejo les darían a las muchachas que quieren unirse a ISIS?".
Munira responde: "Mi mensaje es: no vayan. Serán violadas y golpeadas y vendidas a otros hombres. Son criminales".
En otra escuela, en Birmingham, los profesores y los líderes comunitarios intentan transmitir este mensaje a través de una campaña llamada "Abran los ojos", en la cual muestran videos de las atrocidades de ISIS.
Las estudiantes, que en su mayoría son musulmanas, ven con interés a las tres jóvenes yazidíes cuando entran en el salón para conversar con ellas. Afortunadamente, este contacto directo con chicas de su edad ha tenido un efecto claro.
Sin embargo, después de esta visita, las tres jóvenes deberán regresar a Irak.