"¿Qué opina de la Presidente?". La pregunta la hizo este domingo el periodista Luis Novaresio en la mesa de Mirtha Legrand. La conductora, a quien estaba dirigido el interrogante, no apeló a evasivas: "Digo lo que pienso y siento. La gente a fuerza de ocultar va creando odios y recelos", explicó.
Legrand opinó que Cristina Kirchner "no es una mujer feliz", y sugirió que acaso eso se explicara por demasiadas ambiciones. "Es caprichosa. Muy autoritaria. No me gusta la forma de manejar el país", completó.
"Creo que ha hecho muchísimo daño al país, por lo pronto ha provocado la famosa grieta, que es verdad", señaló. Al respecto indicó que sólo en la época de Juan Perón tuvo una sensación similar.
La diva de los almuerzos consideró que "el país no tiene libertad", sino que abunda el miedo. "Yo lo noto en mi mesa con gente que no se anima a opinar", apuntó.
"Creo que es una dictadura lo que estamos viviendo. Sacar jueces, poner jueces cuando se les ocurre porque se les viene encima la noche, eso es absolutamente anormal", observó. Y se quejó de que todas las decisiones del Gobierno pasen por sus manos y que sus ministros la consulten ante cada medida. "Es una dictadora", agregó.
Terminada esa frase, la conductora estimó que sus palabras le significarían un "dolor de cabeza", pero pidió a su producción -ante lo que pudo haber sido algún gesto - que no se preocupe. "¿Qué me van a hacer, me van a sacar de la televisión?, ¿me van a meter presa?", se preguntó. Y añadió: "Yo pago todos mis impuestos. Así que soy una ciudadana libre y puedo opinar".
Legrand remarcó, no obstante, que a su entender la Presidente está convencida de sus políticas. Y subrayó que "ha hecho cosas buenas". Pero cuestionó que se gasten millones en obras como Tecnópolis o el Centro Cultural Néstor Kirchner cuando ese dinero podría ir a hospitales, escuelas u otras obras. "No quiero ver más pobres en mi país", dijo.