Siete de los 22 funcionarios de un penal de máxima seguridad que estaban siendo investigados por la fuga del capo Joaquín "El Chapo" Guzmán fueron detenidos formalmente y enviados a prisión, aunque el cesado director del centro penitenciario no está entre los arrestados.
La fiscalía "ejerció acción penal en contra de siete servidores públicos", relacionados con la evasión de Joaquín "Chapo" Guzmán del penal del Altiplano, a 90 km de la Ciudad de México, dijo la dependencia en un comunicado.
Los detenidos son los funcionarios responsables de monitorear las dos cámaras de vigilancia que estaban en la celda del capo, así como otros custodios que estaban de turno la noche del escape, dijo de su lado a la agencia de noticias AFP un funcionario de la fiscalía que pidió el anonimato.
Los implicados fueron acusados del delito de evasión de presos, añadió la fuente.
El director del penal del Altiplano, cesado inmediatamente después de la fuga, no se encuentra entre las personas arrestadas el viernes, pero hay funcionarios que aún siguen declarando, señaló.
Los detenidos eran investigados por su posible colaboración en la fuga del capo, perpetrada el sábado por la noche a través de un túnel de 1,5 km de longitud al que ingresó por un orificio en el piso de la ducha de su celda.
Los otros 15 funcionarios investigados fueron puestos por el momento en libertad, indicó el funcionario de la Fiscalía.
El gobierno mexicano ha reconocido que el líder del cártel de Sinaloa, uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, debió tener ayuda de funcionarios o trabajadores de la cárcel para su fuga, que generó un gran escándalo internacional y una fuerte humillación para el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Esta es la segunda fuga de "El Chapo" de un penal de máxima seguridad. En 2001 logró escaparse de una cárcel de Jalisco (oeste) supuestamente escondido en un carrito de lavandería y permaneció en la clandestinidad hasta que fue detenido en febrero de 2014.
"Estoy seguro y tengo la confianza plena de que, como hubo el valor, el coraje y la determinación de nuestras fuerzas armadas y de las áreas de seguridad del orden federal para lograr su aprehensión el año pasado, de igual manera la vuelva a haber para lograr su reaprehensión", dijo el viernes el presidente Enrique Peña Nieto.
El gobierno "asume plenamente la tarea que implicaba mantener plena vigilancia sobre este delincuente", señaló Peña Nieto.
El mandatario, recién llegado de Francia tras ausentarse casi una semana del país, habló por primera vez del tema en territorio nacional.
Peña Nieto, que calificó la fuga como un "agravio", consideró que la frustración de los mexicanos no se resolverá "mediante enojos o llenándonos de ira" sino logrando que los "implicados sean castigados con el peso de la ley".
Esta nueva crisis llega cuando el presidente aún no se recupera de los fuertes golpes que ha recibido su gobierno con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en septiembre pasado, y el escándalo por la compra que hizo su esposa de una mansión a través de un contratista del gobierno.
Algunos de los trabajadores liberados salieron el viernes por la tarde por su propio pie de instalaciones de la unidad de la fiscalía especializada en delincuencia organizada (Seido), rechazando hacer declaraciones y hasta corriendo para escapar de los medios de comunicación, de acuerdo con reportes de la televisora Milenio.
Legisladores cerraron filas el jueves con el gobierno de Peña Nieto y ofrecieron trabajar en la salvaguarda de la seguridad nacional, luego de una larga y tensa reunión con Miguel Angel Osorio Chong, secretario (ministro) de Gobernación (interior).
Las autoridades, que han lanzado una cacería contra el capo, dijeron estar confiadas en que sus fuerzas de seguridad lo pondrán nuevamente tras las rejas.
Por su lado, los detalles de la espectacular fuga siguen saliendo a cuentagotas.
El jueves se supo que la llegada de los custodios a la celda de "El Chapo" se dio 18 minutos después de que los guardias que monitoreaban las dos cámaras que vigilaban al capo dieron la alerta para activar los protocolos.
Más de 8.000 policías federales participan en la caza desatada contra "El Chapo", vigilando las principales carreteras, aeropuertos y fronteras.
Decenas de miles de folletos con fotografías recientes del capo, de 58 años, son repartidos, así como avisos en los principales diarios con la recompensa ofrecida de 60 millones de pesos (3,8 millones de dólares).