Google tiene dos versiones de autos sin conductor. La primera comprende vehículos urbanos, de fábrica, modificados para manejarse solos. Y la segunda, la más prometedora, tiene aspecto de juguete y se destaca por su pequeño tamaño.
Esta no es la primera vez que Google equipa vehículos para funciones poco habituales. El mayor antecedente son los autos de Street View, que en su interior llevan dispositivos de mapeo y una "caja negra", de la que no se conoce ningún detalle. De hecho, una de las pocas veces que se pudo ver el interior de esos autos fue en Buenos Aires, cuando se presentó el sistema que acompaña a Maps.
Google parece ahora más dispuesta a terminar con el hermetismo que rodea a sus prototipos de autos sin conductor. Fue el sábado en Mountain View, cuna de la empresa, cuando se decidió poner fin al "misterio".
Un prototipo del vehículo con aspecto de juguete fue expuesto al público en la Community School of Music and Arts como parte del concurso que permitirá a jóvenes decorar los vehículos a su gusto.
Presentado en mayo del año pasado, a pedido de las autoridades el vehículo debió agregar volante y pedales como medida de seguridad. El prototipo expuesto en Mountain View no tenía esos elementos, destacaron los asistentes.
El interior mantiene la estética externa, con elegancia y pocos detalles. Sus asientos son de una textura similar al plástico, algo que se contagia también en los pisos.
Los testigos se mostraron sorprendidos por la cantidad de espacio para los ocupantes, lo que no se repite en la guantera, indicó The New York Times.
Sobresale en medio de los dos asientos un botón rojo, cuyo destino, se especula, es activar algo así como un modo de emergencia.
De cualquier manera, la versión exhibida es un prototipo y de ahí que hay que esperar hasta que Google decida comercializarlo para conocer sus detalles finales. Eso sería recién en 2020.