Considerado un genial desarrollador, Iwata empezó a trabajar en Nintendo en 2000 y dirigía el grupo desde 2002, lo que constituyó un fulgurante ascenso en una empresa nipona.
Iwata le dio un nuevo impulso a la compañía con sede en la ciudad de Kioto, gracias a la creación de consolas tan exitosas y emblemáticas como las gamas DS (portátiles) y Wii (modelos de salón).
La DS, que en términos de popularidad e innovación fue la sucesora de la mítica Game Boy, es la segunda consola más vendida de la historia con casi 155 millones de unidades, una impresionante cifra que sólo es superada por la... Wii.
Si bien en su momento ambas consolas estaban lejos técnicamente de lo que ofrecía la competencia, a nadie le importó, porque las dos lograron su objetivo mejor que nadie: entretener a los jugadores.
Nadie creía en la consola Wii cuando salió, pero el ojo como ingeniero de Iwata lo llevó a apoyar a ciegas un invento entonces tan estrafalario como era el de la detección de movimientos. Además del furor en ventas, produjo una apertura total del mercado que dio la bienvenida a sectores de edad hasta entonces desconocidos, e hizo mucho por la inclusión de las mujeres entre el público jugador.
Pero como si todo esto fuera poco, títulos como Wii Sports, promovidos por Iwata pese a la oposición que tenía dentro de la propia Nintendo -aún reticente a dejar escapar las mecánicas clásicas de los videojuegos- provocaron una auténtica brecha industrial.
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"Fue él quien amplió la gama de jugadores, extendiéndola a las mujeres y las personas de edad", recuerda el periódico económico Nikkei en su sitio web.
Iwata, una de las figuras más importantes de los videojuegos, falleció este fin de semana a los 55 años como víctima de un cáncer, en un momento crucial para la firma creadora del célebre personaje Super Mario.
"Lo había visto en buena forma la semana pasada, era un excelente directivo" se sorprendió vía internet Junichi Masuda, compositor y director de creación de los juegos Pokemón.
En un primer tiempo, será reemplazado por dos personas: Shigeru Miyamoto (creador de juegos y personajes) y Genyo Takeda, uno de los actuales directivos de Nintendo.
Iwata enfermó hace unos meses, y sufrió una operación que le impidió participar el año pasado en la asamblea general de accionistas. Más delgado, se reincorporó a su cargo y celebró conferencias de prensa con su entusiasmo habitual.
El deceso de Iwata se produjo dos años después del fallecimiento de su predecesor, Hiroshi Yamauchi, uno de los padres japoneses de los videojuegos, que murió en septiembre de 2013, a los 85 años, aquejado de una neumonía.
Yamauchi estuvo al frente de Nintendo durante más de medio siglo, de 1949 a 2002, cuando fue reemplazado por el ahora fallecido Iwata. Fue el patriarca Yamauchi quien abrió la vía para que Nintendo se convirtiera en la década del 80 en un pionero del videojuego, entonces una naciente industria.
En plena transición
Iwata había decidido recientemente implicar a Nintendo en una asociación con la sociedad japonesa DeNA para desarrollar aplicaciones para dispositivos móviles, aunque insistió en el hecho de que no se trataba de proponer para estos aparatos los mismos juegos que para las consolas.
El objetivo de esta unión era explotar a los célebres personajes de Nintendo, Super Mario, Pikachu y otros, en las aplicaciones, y administrar de forma común un servicio de usuarios y un programa de fidelidad.
La acción del pionero japonés de los videojuegos se disparó un 21% al día siguiente del anuncio de esta asociación.
La súbita desaparición de Satoru Iwata se produce en momentos en que esta nueva estrategia -que los analistas consideran muy prometedora- no ha sido totalmente implementada.
"Tengo miedo de que el equilibrio de la empresa se rompa sin Iwata" afirma Satoshi Tanaka, analista de Daiwa Securities.
Satoru Iwata tenía antes de morir muchos más proyectos: había anunciado que una nueva consola, bautizada provisionalmente NX, estaba desarrollándose, y también se aprestaba a presentar un aparato para medir y mejorar la calidad del sueño.