A pesar de su despiadada personalidad, el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, también tiene ciertos temores. Al parecer, el líder norcoreano tiene una excesiva paranoia con todos los vegetales que ingiere.
Tal es así que exigió a un grupo de científicos examinar minuciosamente cada pieza de lechuga, y cualquier otro tipo de vegetal, por temor a ser envenenado.
Una fuente cercana al dictador reveló que todos los alimentos que ingiere se cultivan en su propio campo, llamado "6.17", en Pyongyang.
"Los vegetales cuidadosamente seleccionados son examinados por sus respectivas unidades cada día antes de someterse a la inspección final", aseguró esa fuente al portal Daily NK, con sede en Corea del Sur.
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"Los microscopios se utilizan para buscar gérmenes, toxinas y otros elementos dañinos", agregó.
Según la mujer que reveló esta información, solo los familiares cercanos a Kim Jong-un y los más leales funcionarios del partido comunista están autorizados a trabajar en su granja, consiga The Mirror.
Son tan estrictas las medidas que rigen allí, que antes de convertirse en peones, aquellos que desean trabajar en la granja "6.17" tienen que convertirse en médicos.