Umm Sayyaf, viuda del comandante yihadista conocido como "el ministro del Petróleo" del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), informó de la existencia y funcionamiento interno de una red femenina del grupo terrorista, tras ser capturada por un comando estadounidense.
La viuda de Abu Sayaff, una de las pocas mujeres que accedieron al alto mando dentro del grupo terrorista, fue encontrada junto a una esclava sexual de la minoría yazidí en la localidad siria de Deir Ezzor en mayo durante una redada de fuerzas especiales de EEUU.
Sayaff ha venido cooperando con los funcionarios estadounidenses al revelar nombres y datos de contacto de los jefes terroristas, según reveló el diario británico The Daily Mail.
Su esposo, Abu Sayaff, murió durante la misma redada estadounidense. Sus teléfonos y computadoras cayeron en manos de los servicios secretos de EEUU.
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La mujer admitió que dentro de la organización tuvo a su cargo el mando de un grupo femenino con misiones de espionaje y captura y venta de esclavas sexuales.
Las mujeres que viven bajo el dominio del ISIS en Siria e Irak no tienen la posibilidad de alcanzar rangos superiores dentro del grupo terrorista, pero sí están al tanto de las conversaciones secretas y toman parte en operaciones en función del puesto que ocupe su cónyuge.
La novia yihadista es la figura femenina de más alto rango que puede conocer los secretos del grupo terrorista, pero jamás es la primera en enterarse.
Un gran número de mujeres han escapado del ISIS y contado sus historias de violación y masacre a manos de sus maridos y combatientes masculinos.
A fines del mes pasado, una yihadista responsable de entregar cientos de jóvenes europeas al ISIS advirtió a las mujeres jóvenes que pretenden incorporarse al grupo sobre las condiciones horribles que les esperan.
La mujer de 23 años, que considera haber cumplido una función importante dentro del califato, ha desertado y reveló el funcionamiento interno del grupo terrorista. Ella fue quien dio la bienvenida a chicas jóvenes que cruzaron la frontera de Turquía y las presentó "al Ejército vestido de negro".
En una entrevista del diario alemán Bild, explicó: "El califato no es lo que creen que es. Las mujeres son azotadas, vendidas y apedreadas. Los cadáveres permanecen en exhibición en público por una semana".
Después de encontrar a las chicas europeas, la mayoría de las cuales eran del Reino Unido, Francia y Alemania, la mujer llevaba a las niñas a Raqqa, la "capital" del califato de ISIS. Ella admitió que a veces recogía hasta 50 menores por vez y las entregaba al grupo terrorista en Siria.