En medio de denuncias de irregularidades, el candidato a gobernador de La Rioja por el Frente para la Victoria, Sergio Casas, se impuso este domingo en las elecciones provinciales sobre el opositor Julio Martínez, del Frente Cívico Riojano, quien reconoció su derrota minutos antes de las 23. La clave de los comicios estuvo en torno de la unidad del peronismo y la oposición.
Con el 80% de las mesas escrutadas, en la carrera por la gobernación Casas se imponía con el 52,69% contra el 39,32% de Martínez. "Estamos orgullosos de llevar adelante este proyecto nacional y popular. En La Rioja el peronismo nunca perdió una elección y lo seguiremos haciendo. Lo decimos con orgullo", festejó desde la Casa de Gobierno el actual vicegobernador, acompañado por el candidato a presidente del FpV, Daniel Scioli, el mandatario provincial, Luis Beder Herrera, y una gran cantidad de funcionarios nacionales.
Junto al ministro de Infraestructura, Néstor Bosetti, Casas encabezó una lista de unidad del peronismo riojano. Buena parte del mérito de que el justicialismo no haya ido dividido fue de Scioli, que mucho antes del "baño de humildad", en abril, viajó a la provincia e hizo gestiones para que el intendente capitalino Ricardo Quintela, enfrentado a Beder Herrera, se bajara de la carrera por la gobernación. La ruptura le habría despejado el camino de la victoria a Martínez.
Pasadas las 18:30 de ayer, el gobierno provincial dio a conocer una encuesta de boca de urna que sentenciaba su victoria, pero la oposición hizo circular otro sondeo que le daba el triunfo a la Fuerza Cívica Riojana, que con la fórmula integrada por el radical Martínez y el intendente de Famatina, el otrora bederista Ismael Bordagaray, logró el apoyo de la UCR, el PRO, el Frente Renovador, la Coalición Cívica, el ARI, el Partido Socialista, y algunas agrupaciones ambientalistas e independientes.
"No nos alcanzó", reconoció Martínez, quien denunció que se vivió "una de las elecciones más fraudulentas de la historia". La denuncia de irregularidades a lo largo y ancho de la provincia fue un constante durante toda la jornada.
Más temprano, la apoderada de Fuerza Cívica Riojana, Cristina Salzwedel, había presentado ante la Justicia Electoral una denuncia formal, en la que aseguró que en las mesas céntricas de la zona de tribunales hubo electores que fueron a votar y se encontraron con que desconocidos "ya votaron por ellos", sustituyendo su identidad, que se "compraron votos" y que hubo entrega de dádivas aún durante la veda electoral.
Si hay algo que caracterizó a los comicios fue la impresionante cantidad de candidatos, unos 5 mil, que equivalen a poco menos del 2% del padrón. Así las cosas, hubo situaciones insólitas, como en Chamical, donde uno de cada 5 votantes se postuló para algún cargo.
El escenario más desconcertante se dio en ciudad de La Rioja, en cuyos cuartos oscuros hubo 43 boletas, 21 de las cuales acompañaron al candidato a intendente, el secretario de Gobierno y delfín bederista Alberto Paredes Urquiza, y otras 9 al quintelista Hugo Vera, que ya reconoció su derrota.
La otra postulante con chances es la diputada provincial por el radicalismo Inés Brizuela y Doria, quien a las 23 horas ratificó su supuesto triunfo, que había anunciado más temprano, pese a que el escrutinio provisorio le da la victoria parcial a Paredes Urquiza por 34,83% contra 29,54%.