Una frustración más, y van... La Copa América se escapó de las manos de la Selección, pese a que llegaba como gran favorito y con la mayoría de sus figuras en un elevado nivel. El resultado no se movió del 0-0 en los 90' regulares y tampoco en el suplementario de media hora, que obligó a definir al campeón en la tanda de penales. En el Estadio Nacional, Sergio Romero no pudo ser el salvador como en oportunidades anteriores y Chile dio una vuelta olímpica inédita para su historia futbolística con el triunfo 4-1.
Sin duda alguna, Gerardo Martino será uno de los principales responsables de la debacle nacional en el juego más esperado del certamen continental. Traicionó sus ideas, dejó de lado su estilo predilecto, nada menos que en el compromiso más trascendente de todos en la campaña del otro lado de la Cordillera. Le entregó la pelota a la "Roja", resignó el protagonista, apostó a lastimar de contragolpe con una genialidad y para colmo de males se equivocó en cada una de las decisiones para modificar jugadores.
En un partido de trámite parejo, los anfitriones sacaron ventaja desde el punto de vista táctico, físico y psicológico. En la historia de ajedrez, Jorge Sampaoli venció por fallo unánime al "Tata". Respetó su filosofía de monopolizar la tenencia de balón, lastimando por las bandas y asfixiando con una presión alta. La buena tarea de los centrales Martín Demichelis y Nicolás Otamendi hizo lo suyo para desactivar los ataques locales, pero no queda discusión que el elenco dueño de casa dejó una imagen más destacada.
De hecho, en 120' de acción, Argentina solamente pateó dos veces al arco defendido por Claudio Bravo. A los 46' del primer tiempo, Javier Pastore desbordó por la banda izquierda, enganchó con un regate sensacional y ejecutó un centro atrás para Ezequiel Lavezzi (entró a los 25' por el lesionado Ángel Di María), quien definió sin efectividad a las manos del guardavallas. La otra chance neta de gol fue en el descuento del complemento, con un ataque liderado por Lionel Messi en velocidad, abriéndola hacia la izquierda para el "Pocho", con un pase al medio que Gonzalo Higuaín dilapidó de manera insólita. Sobrevolaron los fantasmas de Río de Janeiro.
La presión tuvo injerencia directa en el desarrollo del alargue, donde apenas hubo una situación de peligro generada por Chile; como Javier Mascherano (terminó 'tocado') pifió en un cierre, Alexis Sánchez se fue en soledad con el balón en sus pies, pero cuando pisó el área disparó con violencia por encima del travesaño. Así, el cuarto intermedio hacia los penales fue inevitable. El principio del fin para las esperanzas argentinas.
Allí, se acabó el hechizo de "Chiquito" para con los rivales. Matías Fernández, Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Alexis, picándola, sentenciaron una victoria inapelable y merecida. Messi convirtió su remate con un certero zurdazo, pero "Pipita" -que parece haber cerrado un capítulo de su vida en el seleccionado- la tiró a las nubes y Éver Banega la colocó sin convicción hacia el costado que eligió Bravo.
Se esperaba más de la "Pulga", pero también de todos sus compañeros. La "Albiceleste" no cumplió el objetivo y no habrá consuelo para soportar otro subcampeonato, a un año del desenlace con derrota en la Copa del Mundo de Brasil, básicamente por darle la espalda a la escuela que pregona Martino. Ya son 22 años de sequía en competiciones oficiales y un nuevo sueño se esfumó, de la noche a la mañana. Duele. Y demasiado.