El primer paso ya se dio. Después de 14 años de restricciones, la Argentina volverá a exportar carne a los Estados Unidos. "Somos un país libre de aftosa", reconoció el canciller Héctor Timerman, en una conferencia de prensa junto al ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Casamiquela, y el de Economía, Axel Kicillof. Y agregó: "Era una medida proteccionista que afectaba a los productores de carne".
El Departamento de Agricultura de los EEUU dio a conocer la noticia en la jornada de este lunes a través de su página web, y se hará oficial una vez que se publique en el boletín oficial. Si bien la decisión no será inmediata, Kicillof ya estimó que ingresarán exportaciones por unos u$s280 millones "en breve", aunque no se refirió a qué periodo.
Casamiquela subrayó que existen 18 frigoríficos habilitados para vender carne al mercado norteamericano. Durante 2001, el gobierno de Fernando de la Rúa ocultó un brote de fiebre aftosa en el país, "lo que significó la suspensión de las importaciones por parte del mercado estadounidense". Además, los funcionarios destacaron que el fuerte lobby de empresas norteamericanas impidió una apertura más rápida del mercado.
Para el Gobierno, la presión de las compañías no sólo afecta a la carne. "La exportación de limones sigue vedada por medidas proteccionistas de Estados Unidos, y el intenso lobby de empresas de California que no quieren competir con nuestros productos", dijo Timerman desde la Casa Rosada.
El ministro de Economía se enfocó en las pérdidas económicas que se generaron en los últimos ocho años por no poder vender carne fresca a EEUU. "Se perdieron exportaciones por u$s1.600 millones desde 2007, pero también se perdió acceso al mercado canadiense y mexicano por el tratado de NAFTA. Eso generó otra pérdida de 432 millones de dólares", agregó.
El ingreso de carne fresca a EEUU también se autorizó a Brasil. Sin embargo, la Asociación Nacional de Ganaderos Bovinos del país norteamericano dijo que se oponía al acuerdo porque la salud del ganado estadounidense podría estar en peligro. Para que las ventas se concreten aún faltan dos medidas clave. La primera es firmar un certificado sanitario bilateral. En segundo lugar, se organizarán inspecciones a las plantas para controlar el cumplimiento del certificado, y recién ahí podrán obtener las licencias.
Timerman dijo que los productores argentinos no serán los únicos beneficiados, ya que los consumidores de EEUU podrán acceder a "carne de alta calidad y de muy buen precio". Fuentes del sector aseguran que los precios ganaderos son hasta un 35% más caros en EEUU, y por eso la carne del país es altamente competitiva en ese contexto.