y ese número "podría aumentar", informó este sábado un secretario de Estado británico.
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: desde la mañana, la prensa destacó el
, una estación balnearia ubicada a 140 km al sur de Túnez, cerca de Susa.
"Al menos 15 ciudadanos británicos murieron" y "esta cifra podría aún aumentar porque algunos resultaron seriamente heridos en este ataque repugnante", destacó Tobias Ellwood, Secretario de Estado de Relaciones Exteriores encargado de África del Norte.
El mismo viernes, el atentado que dejó un saldo de 39 muertos fue reivindicado por el Estado Islámico (ISIS) a través de cuenta de Twitter de militantes yihadistas de la organización.
"El soldado del califato (...) Abu Yahya al Qayrawani (...) logró su objetivo en el hotel Imperial", matando a 39 personas, "la mayoría, sujetos de Estados de la alianza cruzada que combate el Estado del califato", dice el texto.
"Se trata del ataque terrorista más importante contra ciudadanos británicos" desde los atentados suicidas del 7 de julio de 2005, del cual el país se prepara para conmemorar su décimo aniversario, dijo por su parte el funcionario.
Hace diez años, el Reino Unido fue blanco de un ataque similar, cuando cuatro explosiones diferentes perpetradas por kamikazes en los transportes públicos londinenses provocaron la muerte de 56 personas y heridas a unas 700.
Más recientemente, en enero de 2013, seis británicos fueron muertos en el ataque contra el complejo gasífero argelino de In Amenas, perpetrado por un comando islamista.
Por su parte, el primer ministro David Cameron dijo hoy que el país debe prepararse para este tipo de atentados.
"Son turistas inocentes los que han sido asesinados", dijo el primer ministro, que habló por teléfono con el presidente tunecino y con la canciller alemana Angela Merkel, así como también con el presidente francés François Hollande y el emir de Kuwait, jeque Sabah al Ahmad al Sabah, cuyo país sufrió el viernes un atentado contra una mezquita chiita en el que murieron 26 personas.
Como consecuencia de la implicación británica, la policía inglesa conocida como Scotland Yard dijo haber enviado a "un gran número de oficiales a Túnez para apoyar a las autoridades tunecinas y llevar a cabo una investigación propia".
Después del atentado, cometido por un estudiante tunecino llamado Seifeddine Rezgui, el primer ministro de Túnez, Habib Essid, afirmó que unas 80 mezquitas acusadas de "incitar al terrorismo" serían cerradas, y anunció que iba arecurrir a los reservistas del ejército para reforzar la seguridad en los "lugares sensibles".
El presunto autor del atentado, el peor en la historia reciente del país, había escondido su arma en una sombrilla, haciéndose pasar por un turista más. El atacante disparó a la gente que había en la playa y después entró en el recinto del hotel Riu Imperial Marhaba de Port el Kantaoui (cerca de Sousse, 140 kms al sur de Túnez), para matar a las personas que tomaban el sol o se bañaban en las piscinas.
El de Túnez fue uno de los cinco atentados terroristas cometidos ayer de forma coordinada y que golpearon, además de al país africano, a Francia, Kuwait, Somalía y Siria.