La mayor investigación por corrupción en la historia de Brasil durará al menos dos años más y podría involucrar a más de una docena de empresas extranjeras y a la local Eletrobras, informó el martes un miembro de la fiscalía.
Se trata del fiscal Carlos Fernando dos Santos Lima, quien además utilizó sus declaraciones del día de hoy para desmentir una serie de rumores sobre una supuesta investigación de su equipo sobre el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"En este momento el ex presidente no es parte de la investigación", dijo Lima en su oficina de Curitiba. Y agregó: "El hecho es que, si encontramos una causa, será investigado como cualquier otra persona".
"Si encontramos una causa contra Lula da Silva, será investigado como cualquier otra persona"
Las sospechas habían surgido debido a la estrecha relación con una empresa de la construcción, Camargo Correa, en el caso que involucra millonarios sobornos en la petrolera estatal Petrobras.
De acuerdo a la prensa local -que fue más tarde desmentida por las autoridades a cargo de la investigación- la constructora, implicada en la red de corrupción, habría donado unos u$s967.117 al Instituto Lula y unos u$s483.558 a una empresa particular del ex mandatario.
Esta semana fueron detenidos además los presidentes de las empresas Andrade Gutiérrez y Odebrecht, dos de las constructoras más importantes de Brasil con operaciones en una docena de países.
Las autoridades confirmaron la detención de Marcelo Odebrecht y Otávio Azevedo, quienes han sido acusados de fraude en licitaciones y formación de cartel y presiden respectivamente Odebrecht y Andrade Gutierrez, dos empresas con operaciones en decenas de países.
De acuerdo a la policía, las empresas obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban los valores en hasta un 4% y repartían las diferencias entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban las corruptelas.
En esa ocasión, el fiscal Dos Santos Lima sostuvo que "existen indicios concretos y muchos documentos" que, para las autoridades, "confirman que ellos tenían dominio de todo". También dijo que esos indicios "apuntan que las empresas estaban implicadas como un todo" y que esas maniobras "eran en realidad una práctica de negocios" y no corruptelas de algunos de sus directivos.
Explicó además que, hasta donde se ha comprobado, la mayor parte del dinero obtenido por esas dos empresas mediante las corruptelas era depositado en cuentas en otros países, entre los que citó Suiza, Panamá y Mónaco.