El ex juez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni fue elegido por la OEA como nuevo miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La postulación de Zaffaroni había sido una propuesta del gobierno argentino impugnada por un grupo de ONG que consideró "falta de idoneidad" del magistrado.
Sin embargo, Zaffaroni ocupará una de las cuatro vacantes que existían en el cuerpo, junto a Elizabeth Odio Benito (Costa Rica), Eduardo Vio Grossi (Chile) y Patricio Pazmiño (Ecuador).
Las ONG que fueron convocadas por la OEA debatieron propuestas y elaboraron un documento final que pedía a los miembros de la Corte Interamericana que "posean la más alta autoridad moral y reconocida competencia en el campo de los derechos humanos, y que se repudie expresamente la candidatura de Eugenio Zaffaroni por no cumplir con dichos requisitos establecidos en la Convención Americana de Derechos Humanos".
También hubo, en su momento, entidades locales que alertaron a la opinión pública nacional e internacional acerca de los antecedentes de un juez que no sólo juró por los estatutos de la dictadura militar (1976-83), sino que ha firmado fallos aberrantes –con absurdos atenuantes a delitos gravísimos–, fue investigado y multado por alquilar varias propiedades a prostíbulos y es responsable directo de que la Argentina no tenga un régimen penal juvenil, pese a ser esto una de las recomendaciones de la propia CIDH a la cual ahora quiere ingresar.
A través de un comunicado, cancillería argentina ratificó la decisión del Gobierno de postular a Zaffaroni: "Fue tomada no sólo por la relevancia que tiene la Corte Interamericana en la salvaguarda de los derechos humanos en la región, sino también por la larga y frondosa trayectoria del Dr. Zaffaroni en los desarrollos legislativos, jurisprudenciales y políticas públicas en derechos humanos en la Argentina y América Latina".