El fin de semana marcó el destino del dólar. El operativo del viernes contra las grandes casas de cambio fue la decisión más inoportuna del Gobierno porque dos días después se produjo la decepcionante perfomance del PRO en Santa Fe.
Los ahorristas e inversores, ante las malas señales, adelantaron la cobertura: no quieren esperar las elecciones presidenciales con pesos en los bolsillos.
Las chances de que siga el actual modelo económico atemorizaron a los inversores que anticiparon sus compras de divisas porque saben que las presiones del Gobierno sobre el mercado irán en aumento.
Una buena parte de los ahorristas dejó esta semana de renovar los plazos fijos y se pasaron a dólares. Esta va a ser la tendencia de aquí en más.
Ellos consideran que seguir apostando a las tasas de interés contra la quietud del dólar, es comenzar a caminar por una cornisa y decidieron tomar las ganancias anticipadamente.
Este movimiento se esperaba para mediados de julio pero el fracaso de la estrategia de Mauricio Macri y el despliegue de gendarmes e inspectores de la AFIP, la UIF y el Banco Central aceleraron los tiempos.
Por eso el dólar libre subió 17 centavos (1,34%) a 12,85 pesos. Desde abril que no tocaba este máximo.
La venta de dólar–ahorro sigue en niveles elevados para la altura del mes. En la ventanilla de los bancos se entregaron 14,72 millones y en lo que va de junio se colocaron 320 millones. La diferencia es que ahora el público los retiene y no los vende tan fácilmente en el mercado libre.
Las chances de que siga el actual modelo económico atemorizaron a los inversores
La cobertura en dólares siguió en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) donde se operaron 1.155 millones de pesos en bonos de la deuda, el doble que el día anterior.
Los títulos en dólares con legislación argentina fueron los más buscados. El Bonar 24 subió 1 por ciento. El Boden 2015, el de más corto plazo, anotó un avance de 1,47 por ciento y el Bonar X que vence en 2017 aumentó 0,85 por ciento.
El título de peor comportamiento fue el Discount en pesos que indexa por el costo de vida; cedió 1,71 por ciento. En dos días, bajó 4 por ciento influido por la medición de la inflación del Indec.
En tanto, en el Forex-MAE, la principal plaza cambiaria mayorista, se operaron 133 millones de dólares. La mesa de dinero del Banco Central compró 20 millones.
La contracara fue la pérdida de u$s6 millones por la baja del oro en el mundo. Además hubo que pagar 57 millones por importaciones de energía, 27 millones por material ferroviario, se le dieron 22 millones a los armadores de Tierra del Fuego y se compensaron operaciones con Brasil por 3 millones.
Otra vez la contabilidad hizo que a pesar de la enorme salida de divisas, las reservas subieran un millón a 33.804 millones de dólares.
La Bolsa no terminó en baja gracias a la fuerte suba de 4,73 por ciento de Petrobras. Esta acción es la que más influye en el Merval, el índice de las líderes, que terminó 1,08 por ciento arriba. La petrolera brasileña fue uno de los tres papeles que subió; el resto terminó en baja.
YPF, a pesar de la suba del petróleo, perdió 1,50 por ciento. También retrocedieron los bancos. El más afectado fue Macro (-1,86%). Pampa Energía dejó 2,19 por ciento en el camino.
Los días que vienen serán de tensión por el dólar. Santa Fe sigue golpeando a los mercados y se espera que aumenten los controles e inspecciones. Axel Kicillof no conoce otros métodos para combatir la suba cambiaria. La venta de dólar para ahorro va a continuar y se exacerbará cuando en julio se cobren el medio aguinaldo y los sueldos de los nuevos convenios laborales.