Tsipras le atribuyó al Fondo Monetario Internacional (FMI) una "responsabilidad criminal" por las medidas de austeridad impuestas en Grecia, y que sumieron al país en seis años de recesión.
"Ha llegado el momento de que las propuestas del FMI sean juzgadas no solamente por nosotros sino por Europa (...), que debe debatir no solamente sobre Grecia sino también por el futuro de la Eurozona", dijo Tsipras ante su grupo parlamentario, Syriza (izquierda radical) dos días después del fracaso de las negociaciones entre Atenas y sus acreedores.
El primer ministro helénico atacó asimismo a las "instituciones" en general, que incluye a los otros acreedores de Grecia (UE y Banco Central Europeo), además del FMI.
"La insistencia de las instituciones en proseguir un programa que ha fracasado (...) forma parte de una motivación política (...) para humillar a un pueblo entero que ha sufrido en los últimos cinco años", aseguró Tsipras.
Los acreedores "parecen querer enviar un mensaje a Grecia y a los pueblos europeos sobre que un mandato popular no puede cambiar las cosas", añadió el premier griego, aludiendo a la victoria electoral de Syriza en enero pasado.
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Tsipras también los acusó de "querer sin duda hacer una demostración de fuerza destinada a acabar con cualquier intento de poner fin a la austeridad".
Un acuerdo es indispensable para que Grecia -casi sin liquidez- pueda recibir de sus acreedores el último tramo de 7.200 millones de euros, (el equivalente a casi 8.100 millones de dólares) correspondientes al plan de rescate internacional de 2012.
Según un especialista consultado, Atenas no tiene liquidez para pagar durante junio, y al mismo tiempo, salarios y pensiones y los 1.500 millones de euros (casi u$s1.700 millones) que le debe al FMI que vencen el 30 de junio pasado.
Contagio de los mercados
El rendimiento de los bonos italianos, españoles y portugueses se disparaba este martes, en uno de los episodios más graves de contagio desde el punto álgido de la crisis de deuda europea tras un nuevo fracaso en las conversaciones entre Grecia y sus acreedores.
A excepción del avance registrado en mayo por la liquidación de bonos a nivel mundial debido a las expectativas de una mayor inflación, los rendimientos de los bonos emitidos por los países considerados más vulnerables de la zona euro iban camino de su mayor alza en un periodo de tres días desde mediados de 2013.
En 2012 se experimentaron movimientos similares cuando la crisis alcanzaba su momento más tenso, aunque los rendimientos de los bonos de las tres naciones se mantienen muy por debajo de los máximos -con rentabilidades superiores al siete por ciento- en ese período.
Según los analistas, los incrementos podrían afectar la dinámica de las negociaciones entre Grecia y los líderes europeos, que podrían haber pensado que la relativa calma en los mercados durante las conversaciones era una señal de que los inversores pensaban que la salida de Grecia del euro era manejable.
Este preocupante escenario podría llevar a la imposición de
y, finalmente, a la
según advirtieron los analistas.
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