Los voceros lo repitieron sin cesar en los últimos días, pero los escépticos se animaban a dudar y esperaban una jugada de último momento. Al final no hubo sorpresas. El PRO, el radicalismo y la Coalición Cívica inscribieron su alianza ante la Justicia.
"Cambiemos" es el sello del frente que cobijará a esos partidos en las PASO de agosto. A último momento se resolvió incorporar también al partido FE, del gremialista Gerónimo "Momo" Venegas, al Partido Demócrata Progresista y al Conservador Popular.
El nombre había sido dado como oficial por el macrismo la semana pasada. Y de hecho contaba con el aval de su socia Elisa Carrió. Sin embargo, la agencia Télam reportó el sábado que la UCR pretendía que se llamara Acuerdo por el Cambio. Sin que mediaran roces, prevaleció la idea del PRO.
Mientras a nivel nacional la decisión se consiguió cuando restaban varias horas para el límite que impone la ley para certificar las alianzas, en muchos distritos proseguían las discusiones para presentar los acuerdos para cargos legislativos. En principio, los operadores del jefe de Gobierno porteño abogaban por avanzar en listas de unidad, pero cabía la posibilidad de que en las primarias se registraran competencias internas.
La oficialización de "Cambiemos" echó por tierra cualquier posibilidad de sumar al Frente Renovador a la discusión. Sergio Massa y dirigentes de su espacio insistieron en las últimas semanas en la conveniencia de encolumnar a los principales opositores en una única interna bajo la amenaza de que no hacerlo contribuiría a un triunfo del oficialismo.
La postura de una primaria ampliada cosechó interesados en el PRO y la UCR y fue público que existieron negociaciones. Pero las gestiones no llegaron a buen puerto. La negativa fue adelantada días atrás por los propios Mauricio Macri y Ernesto Sanz. Carrió nunca dejó un margen de duda de que se oponía a esa eventualidad.