estaban convencidos de que iba a ser un
. Un lugar repleto de mujeres dispuestas a pagar bastante dinero para que las embellezcan.
Los asaltantes entraron corriendo y fueron hasta la caja registradora. Amenazaron al personal y le exigieron que les entregaran el dinero.
Pero su plan perfecto se vio rápidamente frustrado. Una agente de la policía militar que estaba fuera de servicio, y que había ido al salón para que le tiñeran el pelo, se convirtió en su peor pesadilla.
Al ver a los ladrones, la mujer no dudó un segundo. Con la cabeza cubierta de productos para tratar el cabello, se paró, sacó su arma y encaró a los criminales.
Cuando notaron su presencia, y vieron el tamaño de su pistola, huyeron a toda velocidad. Ella los persiguió hasta la puerta, sin ejecutar un solo disparo.
Los delincuentes lograron escapar, y la policía regresó a su posición para que terminaran de dejarla linda.