John Erik Wagner, candidato a independiente en las elecciones anticipadas previstas en Dinamarca el 18 de junio, tapizó las calles de la capital con fotos en las que posa sólo con un sombrero de cowboy y un cinturón con una pistola a la altura de las caderas.
No es la primera vez que el político, nacido en un distrito de la capital danesa hace 52 años, sorprende con iniciativas singulares, habiéndose presentado a elecciones regionales y políticas ya desde 2005: una vez, en 2013, irrumpió en un estudio televisivo donde se llevaba a cabo un debate político.
Ataviado siempre con su cinturón preferido, Wagner gritó protestando por la exclusión de los debates de los partidos menores. "¡¡¡No son elecciones libres!!!", exclamó a viva voz antes de ser alejado del estudio.
Dos años después, vuelve a candidatearse, esta vez para el cargo de primer ministro. Además de los carteles en los que aparece desnudo, hay otros en los que posa perfectamente vestido con chaqueta y corbata.
En cuanto a su programa, el político quiere modificar las reglas electorales, convertir en gratuitas las visitas médicas y cambiar el mercado de trabajo para que todos tengan seis meses de trabajo y seis de vacaciones.